VIEDMA (AV)- El arma con la que se dio muerte el viernes al taxista de Viedma era intensamente buscada ayer por la Policía.

Con ese objetivo se realizó más de un allanamiento pero hasta anoche no se había logrado ubicar el elemento contundente de punta redondeada con el que fue violentamente golpeado Rubén Andrade, de 53 años, según las tremendas huellas que quedaron marcadas en su cráneo.

La investigación seguiría dos pistas: el mundo de la noche y el círculo más cercano de la víctima. En este sentido se intensificó ayer la investigación policial y se tomaron varias testimoniales pero hasta el cierre de esta edición no trascendió la aparición de prueba alguna que conduzca al o los autores de este hecho.

De acuerdo a las pericias Andrade fue asesinado en la madrugada del viernes apenas descendió de su auto -un Duna blanco- que solía utilizar como taxi. Fue golpeado violentamente en la cabeza y luego arrastrado hasta la cocina de su casa del barrio Lavalle. Allí quedó vestido y tirado en el piso hasta que en la tarde de ese día uno de sus hijos lo encontró.

Iniciada la investigación trascendió que el hombre no se habría rodeado de buenas relaciones. Esta sería la razón por la cual no se descarta que este trágico desenlace tenga vinculación con el ejercicio de la prostitución o el delito que suele requerir la ayuda de coches de alquiler para desaparecer rápidamente durante la noche y trasladar la cosecha mal habida.

Una relación familiar complicada no se descarta del plano de la investigación que no contaría, hasta el momento, con pruebas contundentes.

Ayer siguió siendo intenso el trabajo de criminalística tanto en el levantamiento de las posibles huellas en el auto y la vivienda como con la utilización de perros para seguir rastros.

La gaveta revuelta del vehículo que fue encontrado en el lugar donde siempre lo guardaba la víctima fue indicador de un posible robo pero rápidamente se descartó esta hipótesis. Cuando la Policía llegó al lugar la radio del auto aún estaba encendida.

La autopsia ordenada por el juez penal subrogante Juan Bernardi habría brindado información para orientar la búsqueda del elemento con el que se le dio muerte a Andrade que hasta anoche no había sido encontrado.