El misionero José Acasuso accedió a la final del Abierto de Stuttgart, al derrotar a Juan Mónaco por 4-6, 6-2 y 6-2.

Ahora, se medirá en la instancia decisiva con David Ferrer, que se impuso al checo Tomas Berdych por 6-3 y 7-5.

Hay un buen dato: Acasuso está 4-1 arriba sobre Ferrer en enfrentamientos. Y otro mejor: desde el 2000, en Stuttgart siempre hay un argentino en la final.

Tras perder el disputado set inicial, 'Chucho' mejoró mucho merced a punzantes devoluciones y esa asombrosa reacción le valió para remontar el partido y ganar.

En contrapartida, Mónaco mostró su mejor imagen al principio del match, pero después sufrió un notorio bajón anímico y físico, merma que le costó la despedida de un certamen en el que igual dejó grata impresión.

Acasuso debió sufrir en el primer set, cuando resignó su servicio estando 3 a 3 y luego no logró quebrarle el saque a Mónaco, que se lo quedó 6-4.

En el segundo parcial Mónaco siguió presionando a base de un confiable revés y una derecha potente. Sin embargo, el misionero devolvió gentilezas y emparejó las cosas. Después de ese quiebre apareció la mejor versión de Acasuso en todo el partido, para llevarse tres games al hilo y ponerse 4-1 arriba. Chucho mantuvo su saque y cerró el parcial por 6-2.

El 6-2 del final refleja lo poco que hizo Mónaco para detener a Acasuso, aunque este resultado no empaña el gran nivel que exhibió durante toda la semana.

"No era fácil jugar contra Juan, nos conocemos muy bien", admitió Acasuso, al que

se le da bien Alemania, donde en mayo pasado alcanzó las semifinales del Masters Series de Hamburgo.

Acasuso perpetua una tradición albiceleste en Stuttgart: desde el 2000, Argentina siempre ha metido a un jugador en la final de ese torneo.

El argentino, imponente jugador desde el fondo de la cancha, se las verá con David Ferrer, que poco antes había derrotado 6-2, 7-5 al checo Tomas Berdych, segundo favorito.

El español de 24 años, y número 18 del mundo, ganó un sólo título ATP, en el 2002 en Bucarest, y disputará ante Acasuso su primera final de la temporada y quinta de su carrera.