Puede sonar raro pero, hoy por hoy, a Hollywood no le sobran las mega estrellas masculinas. Hubo un tiempo en que los nombres rutilantes y prometedores eran moneda de uso corriente. Ahí estaban para revindicar su soberbia gente como Brad Pitt, Keanu Reeves, Tom Cruise, Patrick Swayze y, a su modo, el mismísimo Johnny Depp.

Pisándole los talones venía una generación apenas más joven compuesta por pibes como Ben Affleck, Matt Dammon y River Phoenix. No podría decirse que estos nombres acostumbrados a las alfombras rojas realmente se pincharon. Cada uno obtuvo su tajada en el reparto de la gloria, pero lo cierto es que hasta hoy ninguna de esas dos generaciones se ha enfrentado a su natural recambio.

Hace rato que a Brad Pitt se lo ve más preocupado por satisfacer las fantasías humanitarias de su pareja, Angelina Jolie, que por pararse al frente de un proyecto cinematográfico. ¿Qué fue de la vida del chico rubio después de la excelente "El Club de la Pelea"? Keanu Reeves resultó fagocitado por el éxito de "The Matrix". Su problema de aquí en más será conseguir un papel que lo distancie de Neo. Pensemos en aquel actor que alguna vez fue protagonista de filmes como "Mi mundo privado" de Gus van Sant o "Mi pequeño Buda" de Bernardo Bertolucci. Qué tiempos aquellos.

Tom Cruise simplemente se ha convertido en un hombre extraño. Sus apariciones públicas hacen sospechar seriamente acerca su salud mental. Incluso algunos diarios británicos y americanos llegaron a insinuar que estaba volviéndose loco. Su sociedad con Steven Spielberg le ha dado frutos pero su nombre siempre está asociado a mega producciones que lo instalan sobre un lugar que ya es suyo.

¿Alguna vez nos sorprenderá Cruise gratamente como cuando interpretó a ese particular manager deportivo llamado Jerry Maguire?

Del estimado Patrick poco y nada se sabe. Todavía se lo recuerda con cariño por su actuación en "Ghost"- ¡eso fue hace 16 años!-, aunque por lejos su mejor película fue "Punto de quiebre", protagonizada junto a Reeves.

La siguiente generación compuesta por Affleck, Dammon, y Phoenix produjo algunos filmes valiosos aunque ninguno resaltó sobre los demás. El triste final de Phoenix ya es por todos conocido y no podemos adivinar que tan lejos hubiera llegado el chico de "Cuenta conmigo".

Dammon le dio un giro interesante a su carrera con su actuación como el agente Jason Bourne. La primera parte fue un éxito y la segunda un éxito con mayúsculas. Queda por ver si el tercer capítulo lo ubicará justo donde lo necesitan los grandes estudios. Por su parte, Affleck, tuvo su oportunidad.

Tiene prensa, no le faltan papeles de altura pero aún no alcanzó a tocar el cielo con las manos. Le queda, eso sí, un universo alternativo para explorar.

El personaje más inesperado de esta lista es Johnny Depp. Por años el actor de "Eduardo, manos de tijeras" fue considerado un actor de carácter, brillante, camaleónico pero no muy convocante.

Johnny podía sentarse a la misma mesa que De Niro y Al Pacino, pero no jugar el poker de los grandes de la taquilla como Pitt o Cruise. Todo eso cambió con Jack Sparrow y "Los piratas del caribe". Depp es hoy uno de los actores más codiciados del momento y sería bastante raro que no siguiera el derrotero de las luminarias de esta industria.

Lo próximo que veremos de Depp será la tercera parte de "Los piratas del caribe" (acompañado nada menos que por Keith Richards). A no extrañarse que luego de esto vuelva a usar un arma como en sus años de "Comando juvenil". El de acción es un género que todavía no exploró.

Con el fin de paliar el desgaste de sus propias estrellas, y uno no puede dejar de suponer que este fenómeno apuntala el boom de Depp, Hollywood ha echado mano del enorme reservorio de talento que es Gran Bretaña.

La temporada 2004/2005 debió ser "el año" de Jude Law, pero no fue así. Al menos tres producciones tuvieron su rostro en primer plano -"Closer", "El Capitán Sky y el Mundo del Mañana" y "Alfie"- que no terminaron de instalarlo.

Orlando Bloom vivió a su corta edad una gran decepción como "Cruzada" y para colmo ha debido soportar el temporal "Depp" que directamente lo borró de la pantalla en "Los Piratas del Caribe". Porque, por si no se dieron cuenta, Orlando es también protagonista de la saga.

Colin Farrell puede transformarse en el heredero de toda una tradición estética e interpretativa.

A pesar de su celebridad Farrel, al igual que Depp, mantiene un sesgo de chico rudo, indomable y que ha visto cosas a lo largo de su existencia.

Después de la decepcionante "Alejandro Magno", Farrell volvió al ruedo con "Miami Vice" y en breve aparecerá en algunas producciones que seguramente dejarán huella.

El y el bueno de Hugh Jackman, son las dos promesas del exigente mundo del cine. Muy pronto se sabrá quien tiene una mano ganadora.

CLAUDIO ANDRADE

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