Viernes 21 de Julio de 2006 Edicion impresa pag. 34 y 35 > Sociedad
Chacras bajo agua y producción en peligro
"Así no se puede plantar nada", dicen los chacareros, ante la amenaza de los desbordes

Juan Moreiro tiene los frutales listos para plantar pero no puede hacerlo. La napa en su chacra está apenas a 35 centímetros de la superficie. "Es imposible, así como está esto no puedo plantar nada", dijo el productor mientras observaba su campo.

Peor aún está su hermano Jorge, que está al lado: tiene el río dentro de uno de los cuadros de su propiedad. Los Moreiro están en el sector rural de Labraña, de Cipolletti. No muy distinta es la situación que padecen otros chacareros de la zona, por ejemplo en Roca y Regina.

Al menos en la Cámara de Productores de Cipolletti recibieron inquietudes de productores de Isla Jordán, Colonia María Elvira y Cuatro Esquinas, entre otras zonas ribereñas. Hasta ahora no se sabe cuántas son las hectáreas afectadas por las crecidas, ya sea en forma directa por el agua o bien por la napa. Según se informó, el lunes se hará un relevamiento en Cipolletti para tener un panorama un poco más claro de la situación. Lo cierto es que el agua está dentro de varias chacras y afecta no sólo a plantaciones añejas sino a algunas nuevas, como es el caso del cuadro de perales que quedó inundado en la chacra de Jorge Moreiro.

Este chacarero tiene unas 2 hectáreas bajo el agua. Su hermano Juan, el que no puede avanzar con la reconversión, tiene 8 de las 9 hectáreas afectadas por la napa.

En tanto, el comité de emergencias del municipio cipoleño decidió mantenerse en "alerta permanente" para responder ante la emergencia hídrica que ya produjo la evacuación de unas 9 familias que viven en la costa del río Negro, a la altura de la Isla Jordán. Se solicitó máxima precaución a los vecinos que están de las riberas del Negro y del Limay, teniendo en cuenta la nueva crecida.

Por su parte, en Roca si bien se advierten trabajos coordinados y anticipados para atenuar los impactos de la crecida del río Negro, no todos están contentos con los distintos organismos del Estado que deben actuar ante el aumento de caudales. El dueño de una chacra ubicada a 1.000 metros río arriba del barrio Buenos Aires Chico manifestó que "está cansado" de avisar al DPA y al municipio, enviar notas, llamar por teléfono y hablar personalmente con el director de Infraestructura y Obras Públicas para que rellenen una calle pública aledaña a su propiedad. El hombre manifestó que la calle llegó a tener entre 80 centímetros y un metro de agua y que no sólo lo afectó a él sino que también terminó inundando el sector de Buenos Aires Chico. Según explicó días atrás Jorge Luis Méndez, se trata de un camino vecinal pero con un par de camiones de tierra y pedregullo para rellenar y unos tubos para que pase el agua se habrían podido solucionar muchos inconvenientes. Incluso el encargado de su chacra quedó totalmente aislado por más de dos semanas, porque ni siquiera con botas altas podía pasar por esa calle transformada en un río con correntada y un metro de profundidad. (AC-AR)

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