NEUQUEN (AN).- Antes de cerrar trato con la empresa proveedora de un nuevo sistema informático para el Banco Provincia de Neuquén (BPN), el directorio de la entidad, presidido entonces por Luis Manganaro, ya tenía información de que el producto, que costó unos 33 millones de pesos, siete millones más de lo previsto, no era el más apto ni el de mejor calidad.
Un informe elaborado por Deloitte & Touche, una auditora externa de primer nivel contratada por el banco para conocer mejor al nuevo software, determinó una cantidad de riesgos importantes en los rubros analizados. El resultado de esa auditoría que llegó al BPN en setiembre del 2002 fue divulgado ayer por el diputado del bloque del justicialismo, Ariel Kogan. El legislador le pidió ayer al actual titular del BPN, Omar Gutiérrez, un informe sobre los motivos que llevaron al directorio a tomar la decisión, aun sabiendo que el sistema ofrecido tenía problemas. El pedido, uno más que se acumula en el despacho de Gutiérrez, lo hizo junto a su par de bancada Jorge Conte.
La auditoría de Deloitte & Touche evaluó diversos parámetros del sistema Bantotal que el BPN compró a la empresa uruguaya De la Robla y Asociados, la dueña de la licencia del software. El negocio se completó con Horwath Soluciones Tecnológicas, la encargada de la instalación y la mantenimiento. De los ítems analizados por la empresa auditora, todos presentaron riesgo alto o medio. La auditora formuló recomendaciones para evitarlos. "No se cumplió con ninguno", dijo Kogan. Cuando el sistema informático ya estaba instrumentado, una auditoría posterior del Banco Central de la República Argentina (BCRA) determinó que el sistema presentaba "deficiencias en materia de confiabilidad", entre otros múltiples problemas.
"Con este sistema pueden pasar muchas cosas. Es posible, por ejemplo, realizar movimientos financieros como los de Temux", dijo Kogan que ayer ofreció una conferencia de prensa para divulgar el contenido de la auditoría.
El caso Temux significó una pérdida para el BPN de más de 20 millones de pesos. Sobre esta operación las autoridades del Banco no dieron hasta ahora ninguna explicación y en la Justicia existe una investigación que no avanza. Tampoco han dado explicaciones precisas sobre el negocio realizado con la empresa informática uruguaya. El caso lo divulgó este diario por primera vez el 1 de julio.
También le atribuyen al sistema informático problemas de confiabilidad. "La caída del sistema que sufren con frecuencia los clientes del BPN es otro de los problemas que se puede atribuir al sistema informático que compró el banco", agregó el legislador. En el 2001, el directorio del BPN inició un proceso de cambio del sistema informático que culminó tres años después. En el 2005, el BCRA realizó la primera inspección y produjo un informe alertando las debilidades del sistema adquirido. En algunos puntos los problemas eran coincidentes con los ya marcados antes de la compra por la consultora que contrató Manganaro.
Un caso vinculado a "problemas informáticos" fue el de una deuda que reclamaba al banco la AFIP por más de $25 millones. Cuando este diario publicó la información, Gutiérrez, en rueda de prensa, dijo que no existía tal deuda y que el reclamo de la AFIP se originó por "un problema informático". El funcionario hizo referencia al recambio que ahora está bajo la lupa del BCRA.