ROCA (AR).- Si usted tiene que ir a pagar una factura de Edersa a la oficina de atención al público de Villegas al 600, trate de que ese día no llueva y no haga mucho frío porque probablemente tenga que hacer la cola afuera del local.
El acuerdo al que llegaron el Municipio y la empresa prestadora de energía eléctrica para darle una solución transitoria al problema edilicio que estuvo a punto de provocar la clausura de la oficina consiste, entre otras cosa, en no permitir la permanencia de más de 15 personas dentro del local.
Luego de que personal de la municipalidad realizara una inspección ocular del edificio, el asesor legal de la empresa y la secretaría de Gobierno, Anahí Tappatá, mantuvieron una reunión en la cual Edersa presentó una propuesta que finalmente fue aceptada por la funcionaria.
Según informó Tappatá, la empresa se comprometió a iniciar a la brevedad las obras del nuevo edificio y, entre tanto, la atención al público se mantendría en el mismo local pero con una serie de modificaciones solicitadas por la municipalidad.
Las disposiciones que la comuna ordenó a la empresa son la apertura completa de la puerta de entrada, el ingreso de no más de 15 personas al local y solucionar un problema en el techo que no causa mayores inconvenientes.
Paralelamente, en una semana Edersa iniciaría la construcción del nuevo edificio, cuyos planos fueron aprobados hace un año por el municipio, en el mismo predio de Villegas al 600.
Asimismo, el responsable comercial de la empresa de energía, Fernando Sánchez, explicó que dejaron de publicar avisos de corte para mitigar la afluencia de personas a la oficina de atención al publico que, en los días pico, llega a los 600 usuarios que se acercan a pagar facturas y otros 40 para realizar distintos trámites.
Actualmente, la parte del edificio que está en uso no correría riesgos de derrumbes pero sí otra área que está apuntalada y a la cual no tienen ingreso ni el personal de la empresa ni los usuarios.
Según indicó Sánchez, hace más de un año que están trabajando en un espacio que no tienen problemas estructurales pero si genera incomodidad por lo reducido que resulta para la gran cantidad de gente que se acerca a la oficina todos los días.
El proyecto presentado por la empresa, consistente en la demolición y construcción del nuevo edificio, demoraría alrededor de 8 meses y la duda era dónde funcionaría la boca de cobranza.