NEUQUEN (AN).- Comparten una misma historia, la misma familia, la misma casa, la misma cama, una profesión en común, el mismo amor, el mismo humor. Y como si eso fuera poco, tienen en común dos décadas de encontrarse y reencontrarse en los mismos escenarios.
El reírse juntos y de las mismas cosas y el hacer reír, fueron los genes de su ADN artístico que los llevó a convertirse en una de las duplas más desopilantes de la comedia argentina. Ellos son Carmen Barbieri y Santiago Bal, un matrimonio que mientras todos "pararon" para ver el Mundial Alemania 2006, ellos salieron de gira.
Desde abril recorren el país con el espectáculo "Son mundiales", un show cómico musical, que desnuda algunas intimidades de los veinte años de vida en común de la pareja, rescata anécdotas de un pasado personal e histórico y demuestran una vez más, que la fórmula Barbieri-Bal sigue funcionando con rotunda efectividad sobre las tablas.
Hoy a las 23 en el Casino Magic de San Martín de los Andes presentan "Son mundiales". Mañana en el mismo horario, estarán en el salón Rainbow de Casino Magic de Neuquén. El espectáculo fue escrito por Santiago Bal, que además lo dirige; la música está a cargo de Daniel Vilá, director musical de la cantante Estela Raval; y Guillermo Toledo es el responsable del sonido, la iluminación y los efectos especiales, que dan un marco de excelencia al show.
Santiago Bal dialogó con "Río Negro" y confesó que ya no podrían vivir sin humor.
-¿Qué se trae "Son mundiales"?
-Es un show cómico musical que cuenta con ingredientes que impactarán. Tiene música, sonido y efectos especiales de primera generación y doce cambios de vestuario. Carmen bajará a la platea para interactuar con el público y además cuenta con efectos de emoción muy fuertes que
provocarán un fuerte estado de nostalgia en la gente.
-¿Emoción y nostalgia por los personajes que se van a recordar?.
-Sí, porque hay ciertas joyitas, por ejemplo, el Gardel en camiseta, un Gardel doméstico que interpretará Carmen en base a las anécdotas que su abuela le contaba, enriquecido aún más con los homenajes, a su abuelo, Guillermo Desiderio Barbieri, guitarrista de Gardel y a su padre, el capocómico,Alfredo Barbieri. Y algunas cositas más que se descubrirán en el espectáculo y que prefiero no adelantar.
-¿Por qué escribir una obra que expone la intimidad e historia de su familia?
-Siempre escribí ficción, pero después de toda una vida escuchando las anécdotas de Carmen y contadas como ella las cuenta, me di cuenta que existía la necesidad de darles forma teatral.
Son anécdotas que salen de las reuniones en casa con gente del ambiente, reuniones que indefectiblemente terminaban en Carmen contando esas historias y en una risa generalizada que no se agotaba nunca, ni siquiera en quienes ya las conocían.
Les di forma teatral y Carmen dice que es lo mejor que he escrito, aunque no hay que llevarle demasiado el apunte.
-¿Cómo es vivir y trabajar todo el tiempo con la misma mujer, con esa misma mujer que además es su esposa desde hace veinte años?
-Una contradicción: me encanta pero me vuelve loco. Me gusta porque Carmen es la mujer más talentosa del showbusiness de la Argentina. Pero a ella no le gusta que yo sea tan exigente y puntilloso, y a mi no me gusta que ella debido a su gran talento, sea tan desprolija, y no hablo de nuestra vida en casa, sino en el espectáculo, porque me gusta la perfección.
-A pesar de eso la química entre ustedes funciona a la perfección, como a usted le gusta...
-Por supuesto, la química existe siempre y eso se nota en el escenario. Gracias a esa química he aprendido a jugar con mi mujer en escena, a permitirnos improvisar, explotando los recursos más cómicos de Carmen. Esa mezcla resulta muy graciosa.
-¿Esa fórmula se completa con una dosis de humor innato que los dos llevan dentro?
-Si, llevamos el humor a flor de piel. Es algo que Carmen lo comenta al inicio del show. A lo largo de nuestra experiencia de vida juntos, hemos descubierto que el humor nos ha salvado de situaciones difíciles. Hemos pasado por situaciones muy complicadas, de salud por ejemplo, y en cada una de ellas, el humor nos ha ayudado a salir adelante.