BUENOS AIRES (ABA).-Un hecho que debería haber despertado el entusiasmo de las fuerzas de seguridad - la detención del supuesto asesino serial de Belgrano - desató una feroz interna entre el ministro del Interior, Aníbal Fernández y el gobernador bonaerense, Felipe Solá.

En la Rosada le temen a Juan Carlos Blumberg, un enemigo declarado de Solá y su ministro León Arslanián. El ingeniero, especializado en temas de seguridad tras el brutal homicidio de su hijo Axel -, está en conversaciones con seguidores de Mauricio Macri, pero es duro con la administración provincial y suele poner a resguardo al gobierno nacional.

En los últimos 20 días, Blumberg estuvo dos veces. La primera fue con motivo del agenciero Luis Orsomarso y eso enfureció a Solá y Arslanián, porque hacia ellos fueron los reproches.

La semana pasada Blumberg amenazó con una marcha hacia la Plaza de Mayo para reclamar las renuncias de Alberto Iribarne, titular de Justicia y Alejandro Slokar, secretario de Política Criminal, porque estos habían insinuado cambios garantistas en el Código Penal. Aníbal Fernández volvió a recibirlo, y luego Blumberg volvió a embestir contra la inseguridad en la provincia de Buenos Aires.

Lo que se discutía en sordina estalló el viernes por la noche, después de que la policía provincial detuvo a una persona acusada de haber protagonizado la balacera en el Barrio de Belgrano, en el que cayó muerto un joven de Necochea.

En este caso, la difusión de la noticia hecha por Arslanián molestó a Fernández, quien sintió que se le estaba sacando protagonismo a la Federal, abocada a la búsqueda del agresor con signos de demencia.

Por órdenes de Arslanián, se realizaron peritajes y a primera

hora del sábado se confirmó que el arma secuestrada al detenido en Munro se utilizó para matar al joven de Belgrano. El rédito político fue para él.

Por supuesto, Aníbal Fernández no vio con buenos ojos el anuncio de Arslanián. Según fuentes de la gobernación bonaerense consultadas por este diario, Fernández "operó" en contra y recién confirmó todo cuando la Federal completó algún tipo de análisis sobre el arma incautada.

El motivo del recelo

La interna entre Solá y Fernández es de vieja data. No se toleran y apenas si se saludan en algún acto oficial. Ambos se recelan y se ocultan información.

No es un secreto que Fernández aspira a ser el futuro gobernador de Buenos Aires y que Solá está haciendo consultas para intentar una presentación judicial y ser habilitado para un tercer período.