VIEDMA (AV)- Por la falta de control del tránsito pesado en la ruta provincial Nº 1 fueron indagados funcionarios de Viarse. El titular del organismo, Miguel Pedranti, y Carlos Sansuerro como integrante del directorio. Este último es también secretario general del gremio vial. Ambos se negaron a declarar. El tercer funcionario para quien el fiscal de la causa Ricardo Falca pidió también indagatoria es Héctor Ceferino Pérez, quien cumple la doble función de formar parte del directorio del organismo y a su vez intendente de Maquinchao.
A los tres se les imputa el delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público" que, si bien es leve la sanción que contempla el Código, son graves las consecuencias que ha generado la falta de control en esta ruta provincial que une Viedma con el balneario El Cóndor y La Lobería, ubicada a 60 kilómetros de la capital rionegrina. En la actualidad esta vía, asfaltada hace más de 10 años, se encuentra seriamente dañada por el tránsito de camiones cargados con arena de la canteras ubicadas en cercanías de La Lobería, que no utilizaron la ruta alternativa por la falta de control que es responsabilidad de Viarse, que además contaría con las herramientas correspondientes. El asfalto entre Viedma y El Cóndor, que es el sector más nuevo, presenta ondulaciones y baches producto de ese tránsito pesado, de acuerdo con lo señalado por los entendidos en el tema.
Según el peritaje realizado por la Universidad de Ingeniería de Santa Fe, el costo de un arreglo adecuado de la ruta rondaría los tres millones de pesos, prácticamente lo que costó la pavimentación de más de 30 kilómetros de esa vía.
El fiscal Falca inició esta investigación el año pasado, pero hace unos meses amplió la requisitoria en base al testimonio de varios vecinos del Cóndor que certificaron la inexistencia de los controles.
En ese marco ratificó el pedido de la indagatoria de Pedranti, Sansuerro y Pérez, fundamentando que como funcionarios de Viarse no habrían cumplido con las disposiciones de las leyes provinciales Nº 3.554 y 3.638 que declararon de interés turístico a esta vía de comunicación que conduce a la zona atlántica de esta capital.
Falca fundamentó también que esa legislación fijó límites de velocidad y peso en el trasporte de cargas conforme el sector de esa ruta y le adjudicó a Viarse el papel de autoridad de aplicación de esas normas.
En el marco de este rol, la empresa rionegrina está facultada a
decomisar y disponer la carga trasportada por los vehículos infractores.
El fiscal también destacó que a partir de la promulgación y puesta en vigencia de las leyes se ha advertido un incumplimiento por parte de los directivos de la autoridad vial por no controlar el tránsito de vehículos pesados en esta ruta provincial, lo que ocasionó serios deterioros provocados por el exceso del peso en los transportes de carga permitidos por la legislación.
Consideró que el incumplimiento de carácter continuado consistió en no tomar las medidas de prevención y control de tránsito en la ruta Nº 1 a la que está obligada la empresa rionegrina en base a la leyes vigentes.
Si bien la ruta hasta el Cóndor presenta ondulaciones y baches desde este balneario hasta La Lobería, un lugar de gran atracción turística por el apostadero de los lobos marinos, existen tramos prácticamente intransitables por la erosión de la vía.