Centenario no tiene más posibilidades. El domingo se jugará la primera 'final', frente a Estudiantes de San Luis, para permanecer en el Argentino B y el panorama no es nada claro. Es que además de tener cuatro expulsados, el equipo de José Pardo padece la lesión de cuatro de sus piezas claves.

Para los neuquinos no corren buenos aires desde hace tiempo.

No hay que olvidar que la reválida que perdió frente a Bella Vista terminó en un verdadero escándalo con graves incidentes y los jugadores bahienses saltando por un portón para escapar calle abajo. Ese domingo fue decisivo de cara al futuro: Javier Berra, Ignacio Albornóz y Manuel Sánchez fueron sancionados con cuatro fechas, mientras que a Carlos del Pino le correspondió un año.

Para afrontar el cruce con Estudiantes (que dejó en el camino a San Fernando de Tucumán, en definición por penale) la dirigencia salió en busca de cinco refuerzos, y miraron para Cipolletti.

Así, ficharon para estas finales a Raúl Ruiz, Mariano Figueroa, Julio Ibáñez, Héctor Méndez y Oscar Padua. Pero los

contratiempos no cesaron, porque el "Loco" arregló con Sportivo Patria de Formosa y "nos dejó a pie", dijo Pardo, mientras que Ibáñez acarrea una lesión que no le permite entrenar con normalidad.

Para colmo, el DT tiene casi toda la defensa con problemas físicos. El más complicado es Roberto Muñoz, quien estaría casi descartado. Además, Miguel Bravo no se recupera de una lesión en su aductor derecho y Damián Basly padece una inflamación en el tendón rotuliano de las dos rodillas.

Ayer, Pardo se mostró "preocupado" y dijo que recién el jueves, en la práctica de fútbol, tendrá alguna certeza sobre el once que saltará a la cancha.

Sí estimó que el dibujo para jugar el partido de ida será un 3-4-1-2 y que los refuerzos estarán desde el arranque.