MONTEVIDEO (AP).- El gobierno buscará hoy una nueva estrategia para restablecer el diálogo con Argentina, cuatro días después de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya rechazó el reclamo argentino de paralizar dos plantas de celulosa en Uruguay que han creado un pleito entre los dos países.

Con este propósito por delante, el presidente Tabaré Vázquez ha convocado a los principales dirigentes opositores para analizar la situación y definir cómo retornar al diálogo con el gobierno del presidente Néstor Kirchner, quien fracasó en su intento de paralizar las obras con su denuncia ante la Corte Internacional de Justicia que por 14 votos a favor y uno en contra falló a favor de Uruguay.

Tampoco ha causado agrado en Montevideo la nueva decisión de Argentina de enfocar su accionar para frenar parte de los financiamientos del Banco Mundial por unos 200 millones de dólares para las empresas Botnia de Finlandia y Ence de España que levantan las plantas.

El canciller Reinaldo Gargano en reacción a esos intentos, dijo que ``es llamativo que un país dedique sus esfuerzos a evitar préstamos a empresas''.

El gobierno argentino ya había planteado ante el Banco Mundial que se abstuviera de conceder los fondos. De todas formas, después del fallo de la Corte, las reacciones del gobierno de Vázquez fueron de prudencia.

El gobierno uruguayo ha logrado recomponer el frente de apoyo político, tras el resquebrajamiento que se produjo en marzo, cuando Vázquez se reunió con Kirchner en Santiago de Chile y se formularon anuncios controversiales que causaron confusión y críticas.

Ahora, Vázquez con el as de triunfo del fallo de la Corte en la mano, buscará con los políticos encontrar caminos hacia el restablecimiento del diálogo.

El presidente del directorio del Partido Nacional, senador Jorge Larrañaga, dijo que se ``deberá evitar referencias a ganadores o triunfadores y manejar

con responsabilidad y sobriedad''. ``Nosotros vamos a escuchar. La dirección y el rumbo de la política exterior del país la debe fijar el poder ejecutivo, incluyendo un monitoreo ambiental conjunto'', dijo.

Ese monitoreo del Río Uruguay ya había sido manejado como alternativa para destrabar el conflicto y es una de las soluciones que ha venido ofreciendo el gobierno uruguayo.

Para el sector liderado por el dos veces presidente Julio M. Sanguinetti la situación actual amerita que Uruguay tome ``la iniciativa para recomponer las relaciones''. En esa posición coincidió Pablo Mieres, del partido Independiente, quien sostuvo que ``Uruguay deberá enviar una señal muy fuerte. Ahora, además, tenemos una responsabilidad hacia el resto del mundo, que nos va a exigir responsabilidad en el cuidado ambiental''.