BUENOS AIRES (Télam).- El joven detenido el viernes en la localidad bonaerense de Munro acusado de ser el tirador serial que asesinó a Alfredo Marcenac en el barrio de Belgrano, recién será indagado por el crimen entre hoy y mañana, informaron fuentes judiciales y policiales.

Los investigadores aseguraron que Martín Ríos, de 27 años, aún permanece detenido en la seccional 3 de Vicente López a disposición de la Justicia provincial, ante la que se negó a declarar por la portación ilegal de arma de guerra, y posiblemente hoy sea remitido a la comisaría 33 de la Policía Federal para que quede formalmente imputado por el crimen de Marcenac.

De esta manera, entre hoy y mañana Ríos deberá prestar declaración indagatoria ante la jueza porteña María Fontbona de Pombo por el delito de "homicidio".

Además, la magistrada ordenará la realización de distintos peritajes en relación al detenido, entre ellos un estudio psiquiátrico y psicológico para determinar si es imputable, y una rueda de reconocimiento de la que participarán algunos testigos del homicidio de Marcenac.

Es que un primer estudio psicológico realizado por peritos de la Policía Bonaerense durante la tarde del sábado dio como resultado preliminar que el detenido se ubica en tiempo y espacio, es decir que entiende la criminalidad de sus actos. Ahora deberá llevarse a cabo un estudio más exhaustivo que demandará varias entrevistas de especialistas que establecerán fehacientemente si Ríos es un psicópata.

El sospechoso fue detenido el viernes pasado después de las 17 en la intersección de San Lorenzo y Usal, de la localidad bonaerense de Munro, partido de Vicente López, en el norte del Gran Buenos Aires, gracias a un llamado al número de emergencias 911 de la Policía Bonaerense.

Según la Policía, un vecino llamó para alertar sobre la presencia del muchacho que merodeaba un automóvil en actitud sospechosa, por lo que varios efectivos se dirigieron al lugar y lo detuvieron tras un breve forcejeo. Los policías palparon de armas al detenido y le encontraron una pistola Bersa 380 y en una riñonera llevaba dos cargadores con 27 proyectiles.

Un jefe policial contó que lo llamativo fue que los proyectiles tenían la punta limada de manera artesanal, lo que los hace más potentes. Otro dato que sorprendió a los jefes policiales fue que la pistola tenía la numeración rayada, "como si alguien la hubiera querido limar", a pesar de que Ríos tenía los papeles para la tenencia.