BUENOS AIRES, (Télam).- La actriz Fabiana García Lago, quien en "Sos mi vida" (Canal 13) se luce en la piel de Kimberly, la mejor amiga de la protagonista a cargo de Natalia Oreiro, confesó estar atravesando el mejor momento de su carrera porque, dijo, "me está pasando lo que siempre deseé".

Con una formación teatral y nacida en una familia de actores -su papá es Juan Carlos Galván y su tía es Virginia Lago-, la actriz que ya se había destacado como la "Muda" en "Padre Coraje" y que luego se desempeñó en "Hombres de honor", ahora sobresale en la comedia más exitosa de la tevé local.

"Aunque la popularidad no es algo que me interese, me da mucha felicidad, porque como actriz quiero que lo que hago le guste a los demás, porque trabajo para la gente", expresó Fabiana García Lago en charla con Télam.

Con una tonada simpática y algo exagerada y un vestuario llamativo, la actriz interpreta a Kimberly, una joven paraguaya que vive en un conventillo, y que desde la simpleza y el desparpajo logró captar la atención del público.

"Mi sensación es como si de golpe Buenos Aires se hubiese transformado en un pueblito, porque voy por la calle saludando a la gente y eso en una ciudad no pasa. Es como si de golpe todos fueran mis amigos", señaló la actriz que combina las grabaciones en los estudios de Pol-ka con la funciones de "Chicas católicas", la obra que protagoniza en el teatro Picadilly junto a Julia Calvo, Verónica Llinás y Vanesa Weinberg.

Acerca de las claves del suceso del programa, García Lago hizo hincapié en los protagonistas Facundo Arana y Natalia Oreiro, porque "hacen una pareja explosiva. Son dos actores muy generosos que le dieron lugar al resto del elenco, permiten que lo periférico se luzca, porque sienten que favorece a su producto".

Para García Lago, quien a los 19 años decidió ser actriz y viajó a España donde estudió con Cristina Rota (actriz argentina y maestra de actores), el éxito de audiencia también reside en la historia: "Me parece que es muy conmovedora, tiene momentos muy cariñosos, muy divertidos y la puede ver toda la familia".

¿Cómo te preparaste para componer a Kimberly y emular el acento guaraní?

 Fue apareciendo. Cuando empezamos a grabar Ernesto Korovsky (guionista junto a Sebastián Parrota) tenía una vaga imagen de Kimberly, quería que no fuese porteña, que tenga una forma de hablar diferente. Cuando hice la primera escena le pregunté si tenía un poco de 'tierra adentro' y salió algo, que quedó parecido al acento paraguayo y después se asentó.

 Pero lo hacés con mucha naturalidad...

 Tengo mucha facilidad para la musicalidad de las formas de hablar, soy de esas personas que van a Córdoba y a la media hora ya hablo cordobés. Yo voy al supermercado de los chinos y les hablo como ellos y mi marido se enoja.

¿El hecho de haberte formando en tea-tro te generó algún tipo de prejuicio para trabajar en tevé?

 Nunca tuve prejuicio con la televisión y eso que vengo de una familia de teatro, Me parece una pelotudez porque cada espacio te propone un desarrollo diferente de tu actividad y a mí me parece que eso es muy atractivo. La tele tiene el riesgo de lo diario, pero eso también es muy seductor.

 ¿Cómo vivís la presión por el ráting?

 En este caso, los veo a todos contentos, entonces se trabaja con alegría y sin malos humores. Me da pena por la gente que se queda sin laburo, pero eso ya excede nuestro trabajo, tiene que ver más con lo empresarial.

 ¿Cómo definirías este momento de tu carrera profesional?

 Me está pasando lo que más deseaba, estoy haciendo teatro con un elenco soñado que para mí es glorioso, y trabajo en una tira que se ve, con un personaje lindo y con actores que te enriquecen todo el tiempo. Prefiero este cansancio de mucho laburo que el cansancio de no tenerlo.