RINCON DE LOS SAUCES (ARS).- Un incendio de importantes dimensiones se declaró en la madrugada de ayer, en una rica área petrolera, a diez kilómetros de Rincón de los Sauces. Por las características del siniestro, es el primer episodio de emergencia que compromete severamente las instalaciones de la productora Repsol-YPF. Aunque aún hay una investigación en marcha, no se descarta un origen intencional.

Poco después de la medianoche de ayer, las sirenas de bomberos dieron aviso de una nueva salida de emergencia, la segunda de la jornada.

El radio operador informó telefónicamente a "Río Negro", que "hay fuego en un campo del yacimiento Desfiladero Bayo y está muy cerca de los pozos", dijo.

El alerta dado por los operarios petroleros no había exagerado al pedir la mayor celeridad en la llegada de los voluntarios, ante la proximidad de las llamas al hidrocarburo. En pocos minutos, dos dotaciones de bomberos llegaron a Desfiladero Bayo, yacimiento que tiene como límites al río Colorado hacia Mendoza y la ruta provincial 6 hacia Neuquén.

Un frente de fuego de doscientos metros de largo por apróximadamente cien metros de ancho, devoraba todo lo que encontraba a su paso.

El lugar es un extenso estero del río Colorado y la abundancia de vegetación fue un combustible ideal para que el fuego se extendiera rápidamente.

Pero la mayor preocupación de los voluntarios y las empresas no era la vegetación, sino tres pozos petroleros que literalmente quedaban a metros del intenso calor.

Si bien las locaciones en donde funcionan los aparatos de bombeo están liberadas de masa vegetal y de ese modo de conductividad de fuego, las brasas volaban logrando alcanzar los "guanacos" que operaban allí.

Cuando ya habían pasado veinte minutos de la primera llamada de auxilio al cuartel de Rincón, una tercera dotación de bomberos llegó con el auto-bomba de la empresa Repsol, que estaba a varios kilómetros en el yacimiento Lomitas.

Sin embargo, se requirieron más cisternas para controlar las llamas, ya que el camión auto bomba de los voluntarios tiene un limitada capacidad de carga. Poco después, dos camiones tanques de la empresa Texey llegaron al lugar y se apostaron en la ruta para asistir a las auto bombas. Un cargadero de agua cercano, también sirvió para abastecer a las unidades, que no daban abasto ante la extensión del incendio.

Mostrando gran valor, nueve bomberos de ésta ciudad se internaron en la oscuridad del campo petrolero, solo iluminado por las altas llamas, con toda su capacidad operativa. En algún momento se consideró pedir ayuda a los bomberos de Añelo para frenar las llamas frente a los pozos, hasta lograr la presencia de camiones regadores o vehículos con capacidad operativa para arrojar agua.

Pero, finalmente, debido a una merma repentina en la velocidad de viento, los nueve voluntarios Rincón con el apoyo operativo de las empresas lograron controlar la situación. El jefe del cuerpo activo, Aladino Muñoz, señaló en ése momento que "fueron cuatro horas muy intensas para apagar las llamas y ahora nos queda remojar toda el área para enfriar la maleza humeante", indicó.Muñoz, con evidencias de gran cansancio al igual que sus ocho compañeros, no abandonaron el lugar hasta asegurarse de que el sector estaba totalmente seguro.Otro grupo de voluntarios regresó al sitio ayer a primera hora para registrar el área.

Las causas por las que se desató el siniestro siguen en duda, pero ayer una de las hipótesis más fuertes que manejaban los investigadores, era la intencionalidad de uno o varios sujetos. El frío de la noche en un lugar deshabitado, la falta de elementos eléctricos en la zona y sin evidencias de que el fuego provino de los pozos, casi echa por tierra la hipótesis de un evento casual.