Los vehículos con patente de naciones vecinas que carguen combustible en las estaciones de servicio de frontera argentinas porque les resulta más barato, pagarán ahora un "precio diferencial", similar al que abonan en sus países de origen, informó ayer el secretario de Energía, Daniel Cameron.
La medida afectará al turismo, ya que desde los vecinos países aprovechan el beneficio del menor costo de las naftas locales para recorrer el país en sus vehículos. En la región es notoria la presencia de visitantes chilenos en la zona cordillerana. Fenómeno que se inició con la salida de la convertibilidad.
Chile reaccionó con profundo malestar ante la nueva medida inconsulta de Argentina (la anterior fue el recorte a los envíos de gas) y habló de "discriminación" hacia sus turistas en momentos en que la Argentina habla de "plena integración con los países vecinos".
La medida del gobierno de Kirchner apunta a incrementar la oferta de combustible para el mercado interno, ya que un estudio realizado por la Secretaría de Energía detectó que en los últimos seis meses unos 120.000 metros cúbicos de gasoil salieron del país a través de las estaciones de frontera, impulsados por la diferencia cambiaria.
Con esta decisión, el Gobierno busca corregir esta situación, para que no se registren faltantes fundamentalmente en zonas agropecuarias por la demanda que se produce en épocas de siembra y cosecha.
"Tomamos una medida de simetría con los países vecinos, ellos no se van a encontrar con sobreprecios, sino con un surtidor independiente, con una base impositiva distinta, y precios parecidos a los que pagan en sus países de origen", explicó Camerón.
El control para que la medida se cumpla, en opinión del funcionario, lo ejercerá el mismo estacionero, ya que "como el precio estará relacionado con los de los países vecinos -que son considerablemente más altos-, éste obtendrá una renta adicional".
El Estado argentino también será beneficiado por una mayor recaudación ya que a mayor precio, proporcionalmente sube la carga impositiva. Las diferencias de esos valores con los que se aplican en Argentina son significativos, ya que en nuestro país el litro de nafta súper ronda los 0,621 dólares y el de gasoil los 0,473 dólares.
Cameron señaló que la secretaría viene monitoreando desde hace seis meses el mercado.
El trabajo de campo permitió advertir que las ventas en esas estaciones de servicio crecieron muy por encima de la media de 5/6 por ciento del resto del país.
Por esa razón plantearon distintas alternativas para frenar esta "salida de gasoil y naftas".
El funcionario evitó calificar como "contrabando" la compra de combustibles en estaciones de frontera de parte de residentes en países vecinos. "No hay un mecanismo de medición que indique con cuánto combustible ingresan y cuánto se llevan" esos vehículos. (Télam, R. Central)
