Shamil Basayev era el terrorista más buscado por Rusia, que había fijado una recompensa de 10 millones de dólares por su cabeza. Era considerado el instigador de casi todos los grandes atentados terroristas de los últimos diez años.

De 41 años, de baja estatura, con espesa barba negra y ojos oscuros, estaba acostumbrado a aparecer y reaparecer de los bosques y montañas del Cáucaso, burlando a las autoridades rusas . En el 2002 había perdido una pierna en un combate, por lo cual lo apodaban "el cojo".

Basayev nació el 14 de enero de 1965 en el pueblo Dyshni-Vedeno en Chechenia, estaba casado y tenía una hija. En las dos guerras de Chechenia luchó por una república independiente islámica, Ishkeria.

El famoso líder terrorista era un musulmán hecho y derecho: rezaba cinco veces por día, no tomaba alcohol y seguía la ley islámica sharia.

Basayev se hizo conocido en toda Rusia por la toma de rehenes en un hospital en la ciudad de Budjonnovsk, en el sur de Rusia, en junio del 2005. 130 personas murieron a causa de este acto terrorista. Desde entonces, organizó atentados cada vez más sangrientos. A causa de la toma de rehenes en el teatro "Nordost" de Moscú murieron 129 personas en octubre del 2002. En septiembre del 2004, terroristas chechenos asaltaron una escuela en Beslan, en el Cáucaso Norte: murieron 331 personas.

El terrorista más importante para Rusia tampoco dudaba a la hora de reclutar para sus atentados suicidas mujeres, la mayoría de las veces desesperadas viudas chechenas.

Basayev prometía ataques en toda Rusia si no ponía fin a lo que llamaba "genocidio" del pueblo de Chechenia. La situación se había vuelto humillante para Moscú, cuyas fuerzas eran acusadas de ayudarlo a cambio de dinero. (DPA/AFP)