WASHINGTON (AFP) - Washington y Londres consideran "más que suficientes" las seis semanas concedidas a Irán para estudiar la propuesta de las grandes potencias antes de la Cumbre del G-8, a mediados de julio, para abandonar su programa nuclear, dijo ayer el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack.

Las jefas de la diplomacia estadounidense y británica, Condoleezza Rice y Margaret Beckett, aumentaron ayer su presión sobre Irán para que responda a la oferta planteada sobre su programa nuclear, advirtiendo que una negativa abriría la vía a sanciones. "Realmente es tiempo de recibir una respuesta oficial" de Teherán, declaró la secretaria de Estado estadounidense al término de una reunión en el Departamento de Estado con su homóloga británica. "Esperamos que los iraníes elijan la vía que se les abrió hacia la cooperación. Pero, sin dudas, podemos aún retomar la otra vía, si es necesario", agregó Rice. Al tiempo que Beckett coincidió y afirmó que "los iraníes tuvieron suficiente tiempo de examinar con mucha atención y en profundidad una serie de proposiciones justas y detalladas".