Hay una imagen, deseada como pocas, que sólo se repite cada cuatro años: la de un capitán levantando la Copa del Mundo. Y ayer la instantánea más anhelada, quedó en manos de Italia, cuando Fabio Cannavaro levantó la ansiado trofeo consagrando a los ‘azurri’ como tetracampeones del mundo. La ‘ruleta rusa’ de los penales dejó a Francia sin título. Cayó por 5 a 3 en la definición, tras un empate 1-1 en 120 minutos de juego. A David Trezeguet le tocó cargar con la pena, al ser el único que falló el tiro desde los doce pasos, estrellando su remate en el travesaño. Fabio Grosso, en cambio, fue el que se vistió de héroe al anotar el quinto penal que llevó a Italia a su cuarta Copa, el primero en 24 años, en una noche que vio a Zinedine Zidane elevarse a los altares del fútbol y descender hora y media más tarde, a los infiernos. Francia extrañó a ‘Zizou’ en la definición. Su expulsión por la agresión a Materazzi sorprendió. Un jugador de su clase, en su partido de despedida y nada menos que en una final mundial, dejaba a su equipo con diez. Iban apenas seis minutos, cuando Materazzi tocó a Malounda cuando el delantero entraba al área. Elizondo no dudó y marcó la pena máxima. Zidane hizo su primera aparición protagónica en el partido y con una definición exquisita, aunque con algo de suspenso, marcó la diferencia. El capitán galo le picó el balón a Buffon, que pegó en el travesaño antes de traspasar la línea de sentencia. El arquero sufría el segundo gol en el Mundial, y le decía adiós a sus intenciones de batir el record de imbatibilidad en poder de Walter Zenga El gol de Zidane fue doblemente beneficioso para el partido: por genial pero también por destrabar parte del entramado táctico y la dureza que amenazaba a la final. Sólo 13 minutos después, Materazzi volvió a ser protagonista del partido. Pirlo envió un córner desde la derecha bombeado, de caída lenta, para que el lungo defensor elevara sus 193 centímetros sobre Vieira y cabeceara al gol ante la desesperación de Barthez y Ribéry. El partido volvía al empate. En el complemento, la más clara de Italia fue un cabezazo de Grosso que fue bien anulado por off side del lateral. Lo que quedó fue intenso y atractivo y hasta la expulsión de Zidane, Francia estuvo más cerca de quedarse con el triunfo. En el primer tiempo suplementario, Ribéry tuvo su chance pero remató desviado. Minutos después, un centro de Sagnol encontró la cabeza de Zidane, pero Buffon se quedó con la atajada del partido. Fue la última entrega de ‘Zizou’. Francia sin su ‘mago’ y la ‘azurra’ sin ambición, llevaron el partido a los penales, el camino sin retorno para buscarle dueño a la Copa. Trezeguet fue el ‘villano’, Grosso el héroe e Italia gritó tetracampeón. Podio Mundial |