(DyN).- Una mujer que declaró hoy en el juicio al represor Miguel Etchecolatz contó que presume que su hermano también podría haber muerto en una casa donde fueron abatidos otros cuatro militantes montoneros en 1976, la cual será inspeccionada pasado mañana miércoles por los jueces.
En tanto, otro testigo dijo que vio desde la casa de su hermana, cercana al lugar del hecho, a una persona "que venía corriendo" y habría identificado como Carlos "El Oso" García, entregando en un celular de la policía un bebé envuelto en una manta blanca, que se sospecha podría ser Clara Anahí Mariani, hija del abatido matrimonio Daniel Mariani-Diana Teruggi.
Los jueces del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata escucharon el testimonio de Oscar Ruiz, que meses atrás, sobre cinco fotos que le exhibieron, reconoció a un hombre de 1,80 metro de altura y morocho como quien llevó a un bebé -presumiblemente Clara Anahí- hasta un celular. La foto correspondía a García, un lugarteniente de Etchecolatz. "Era la hora de la siesta del 24 de noviembre de 1976, cuando escuchamos un bombardeo en una casa próxima a la de mi hermana que vive frente al Hospital Italiano de La Plata, cuando a través de la ventana vi cómo una persona armada llevaba un bebé envuelto en una manta blanca y lo entregaba a otro que estaba en un celular de la Policía". Agregó que "me vio en la ventana, me apuntó con el arma y luego de putearme me obligó a cerrarla". El testigo afirmó que el bebé tenía la cara descubierta y no observó signos de haber sido herida o quemada durante el enfrentamiento.
En tanto, Ana María Bossio, cuyo marido -Leonardo Miceli- fue secuestrado y asesinado, reveló que en el enfrentamiento en la casa de Mariani, además de Teruggi, Juan Carlos Peiris, Daniel Elicabe Mendiburu y Roberto Porfirio también habría muerto su hermano Alberto Oscar Bossio. La mujer reveló que días antes de ese episodio "Alberto me pidió que vaya con el auto a la casa de calle 30 porque tenía que ayudar a compañeros y sacar a dos chicos porque la vivienda estaba 'fichada'; no lo pude hacer porque no me sentía bien y recién fui una vez ocurrido el enfrentamiento". "Llegué acompañada por un tío y cuando quisimos ingresar en la casa una persona que hablaba con acento italiano nos dijo que nos vayamos porque en cualquier momento caía la policía o el Ejército que estaba sacando cosas de la vivienda; al mostrarle una foto de mi hermano lo identificó como quien ese día estaba en el tanque de agua y que luego de gritar 'viva Montoneros' se puso algo en la boca y murió", contó.
En cuanto a su marido, Bossio pudo dar con su cuerpo en la comisaría cuarta de Avellaneda. "Allí me dijeron que no tenían detenidos pero sí fotos de muertos; se las mostraron a mi padre que reconoció a Leonardo y a otros dos compañeros de él (Carlos Satich y Horacio Urrera) que estaban en la morgue junto a 30 cadáveres que en su mayoría fueron enterrados en una fosa común que se exhumó durante el Juicio a las Juntas", dijo.
Como por el asesinato de Miceli no existió una causa penal que finalizara, el fiscal Carlos Dulau Dumm pidió al Tribunal se realice una denuncia y consecuentemente se comience una causa. El certificado de defunción dado a la familia daba como causa de muerte "herida de bala y hemorragia cerebral, pero cuando se exhumó el cadáver se constató que estaba acribillado", dijo.
También declaró hoy Mauricio Peiris, hermano de Juan Carlos Peiris, muerto en el ataque a la casa de Mariani-Teruggi. En tanto, el próximo miércoles el tribunal realizará una inspección ocular en la casa de calle 30 entre 55 y 56 para observar detalles del enfrentamiento en las paredes, que aún se conservan en esa vivienda que fue refaccionada y declarada Monumento Histórico Nacional. También irán peritos balísticos.