BUENOS AIRES (DyN) - El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, reclamó ayer a la prensa "un ejercicio de honestidad intelectual" para evaluar al Gobierno y un "equilibrio informativo", al advertir que en muchas ocasiones la visión de los medios "es sesgada" e "interesada", en tanto Elisa Carrió lo acusó de pretender instaurar un sistema "fascista de concentración de poder".

En los últimos días, el presidente Kirchner cuestionó duramente a la prensa y señaló, entre otras cosas, que el periodismo le da "pena" y recomendó que sea más "autocrítico, que investigue y que deje de hacer lobby".

También su esposa, la senadora Cristina Fernández, se le sumó a estas críticas, lo que le valió la réplica de ADEPA, que agrupa a las principales empresas periodísticas del país, que alertó sobre la "incomprensión" del matrimonio acerca del rol de la prensa en una democracia.

Al defender los duros ataques del presidente Néstor Kirchner, Alberto Fernández exhortó a los medios de comunicación a que hagan "también su autocrítica" y traten de "de ver claramente de qué estamos hablando cuando hablamos de algunas cosas".

En ese sentido, puso como ejemplo el caso de los llamados "superpoderes", terminología, según dijo, que fue "acuñada por un diario argentino y no tiene nada que ver" con la realidad. Fernández afirmó que "los medios deben ser conscientes de que además de jugar intereses, deben

informar, y la información, muchas veces es muy sesgada, se informa para un solo lado. Lo que hace falta es tener un equilibrio informativo", enfatizó.

El funcionario se quejó del tratamiento que la prensa le dio al informe que esta semana brindó ante el Senado, donde el eje de su exposición pasó por defender el proyecto del Ejecutivo que pide para el jefe de Gabinete facultades permanentes para reasignar partidas presupuestarias.

El jefe de Gabinete insistió en denunciar que sus adversarios políticos pretenden "confundir a la gente" cuando sostienen que la iniciativa oficial es "inconstitucional" y apunta a acumular un "poder sin límites". El funcionario atacó particularmente a la líder del ARI, Elisa Carrió, a quien acusó de decir "disparates", tras exhortarla a que "filosofe menos, entienda un poco más la ley y el funcionamiento de la administración".

Por su parte, Carrió se sumó a las denuncias sobre "concentración de poder" y "ataques sistemáticos a la libertad de expre

sión" que distintos sectores de la oposición atribuyen al Gobierno y reiteró sus advertencias sobre la instauración de un régimen "fascista" en el país. "Por concentración de poder, por los ataques sistemáticos a la libertad de expresión, y por el uso de los pobres, estamos claramente en un sistema fascista de concentración de poder", reiteró la diputada.