Domingo 09 de Julio de 2006 Edicion impresa pag. 28 > Internacionales
Beit Lahya, una ciudad destruida pero viva

BEIT LAHYA, Franja de Gaza.- Después de pasar dos días encerrado en un cuarto oscuro con otros 15 miembros de su familia, Mohammad Hader Rajib, con un Corán desgarrado entre las manos, revisa los desperfectos de su casa, ocupada por los soldados israelíes durante los combates en Beit Lahya (norte de Gaza).

"Nos metieron a todos en el cuarto que funciona como despensa. Ni siquiera pudimos ir al baño en dos días mientras los soldados campaban a sus anchas por nuestra casa, destrozándolo todo. ¿Quiénes son los verdaderos terroristas?", se pregunta el cabeza de familia.

Horas después de que las tropas israelíes abandonaran la ciudad de Beit Lahya y todos los sectores ocupados desde el jueves en el norte de la franja, las mujeres de esta casa, situada en el barrio de Salatin de la localidad, se afanaban por limpiar con gesto de asco cualquier rastro de la presencia israelí.

En su retirada precipitada, los soldados dejaron comida y una botella de vino que todos los habitantes de la vivienda miran con desprecio. Un niño que se apodera de un trozo de pan, recibe rápidamente una bofetada de su hermano mayor. "Se paseaban en ropa interior delante de mis hijas, riéndose y haciendo bromas", recuerda Mohammad, mirando impotente su automóvil, convertido en un montón de chatarra.

El jueves, poco antes de la llegada de los tanques israelíes, la familia acababa de celebrar la boda de uno de sus hijos, Iman, de 17 años. Los hombres tuvieron tiempo de huir pero Mohammad, cabeza de familia, decidió quedarse con las mujeres. "Los bebés lloraban pero a los soldados les daba igual. No teníamos electricidad y teníamos que permanecer acostados pegados los unos a los otros, mientras nos apuntaban con sus armas. ¿Tendrán pensado volver?", se interroga todavía asustada su esposa, Latifa.

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