BUENOS AIRES (Télam).- El estrés que le produce a los adolescentes la falta de comunicación con sus padres dificulta la relación de los jóvenes con los maestros en el aula y lleva a muchos de los chicos a abusar del alcohol y el tabaco, coincidieron especialistas dedicados a tratar el estrés.

"La Educación y el Trauma" fue motivo de debate en el reciente IV Congreso Mundial de Estrés Traumático que reunió a cientos de especialistas de distintas disciplinas, dedicados a la atención y el estudio de personas estresadas.

La psicóloga e investigadora del CONICET Vanina Schmidt, presentó un estudio hecho con 600 adolescentes de varias escuelas bonaerenses en el que se advirtió una relación "entre el estrés y el uso indebido de sustancias como el tabaco y el alcohol". Insistió en que "el estrés puede ser un factor en los adolescentes para el abuso de esas sustancias" y aludió a "la falta de una comunicación abierta entre los jóvenes y sus padres", que se transmite con la falta de compromiso en el ámbito escolar.

La psicóloga puntualizó que los adolescentes que abusan del alcohol y el tabaco "tienen, según los resultados del estudio, una comunicación abierta menor con el padre que los que no abusan de esas sustancias y también es muy restrictiva la relación comunicacional de esos jóvenes con la madre".

Por su parte, el licenciado en psicología Eduardo Ogian, explicó que se entiende por estrés "una relación particular entre el individuo y su entorno, que puede amenazar su bienestar".

Ogian indicó que una muestra sobre el estrés docente hecha con trabajadores de la educación del partido bonaerense de Coronel Rosales, alertó que "lo que más afecta a los maestros es el cansancio emocional dentro del aula".

El especialista indicó que sobre una población de 391 docentes encuestada "más del 30 por ciento sentía cansancio emocional producto, entre otros factores, a las situaciones de violencia dentro del aula y la falta de compromiso y responsabilidad que advierten de parte de los padres, en la educación de sus hijos".

La profesora de danza armonizadora Graciela Berardo expuso sobre la necesidad de "educar desde la emoción" y aprovechar disciplinas como la que ella enseña "para sacar los sentimientos y trabajar en el enriquecimiento de los vínculos".

En ese sentido, Berardo dijo que "los docentes demuestran angustia cuando se dan cuenta de que no pueden expresarse ante una situación limitante y sufren un agotamiento, muchas veces por la cantidad de obligaciones" que sienten ante los problemas de sus alumnos.

La profesora agregó que "muchos chicos están solos, abandonados afectivamente y hay que entender sus códigos y sus necesidades para que no caigan en la adicción y puedan sacar su talento e inteligencia" en el proceso educativo.