Valencia recibió ayer al papa Benedicto XVI, que llegó por primera vez a ese país para defender la unidad de la familia tradicional, respaldar a los obispos en "tiempos de rápida secularización" y mantener el primer encuentro con Rodríguez Zapatero. "Mi deseo es proponer el papel central, para la Iglesia y la sociedad, que tiene la familia fundada en el matrimonio", afirmó Benedicto XVI en su primer discurso pronunciado en español en el aeropuerto valenciano de Manises, al que llegó procedente de Roma hacia a las 6,30 de nuestro país, en una mañana soleada y calurosa. Directo al grano y al leit motiv del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF), al que asisten miles de fieles de diversos rincones del mundo y que el Papa clausurará hoy, el pontífice sostuvo que la familia "es una institución insustituible según los planes de Dios". Antes, visitó el subte de la ciudad donde a principios de semana murieron 42 personas en un accidente.
En un mensaje entregado a los obispos reunidos en la catedral valenciana poco después, el Papa los instó a mantener su "impulso" y su
actividad pastoral "en un tiempo de secularización", antes de destacar la "profunda raigambre cristiana española".
El gobierno socialista que encabeza Zapatero ha sido blanco de duras y reiteradas críticas del episcopado español y del Vaticano en los últimos dos años por haber impulsado leyes de corte social, en especial la que desde julio de 2005 autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo. (DPA)