LA PAZ.- Seis días después de un disputado referéndum sobre autonomías para las regiones, continúa la polémica sobre el futuro de la administración estatal en los nueve departamentos (provincias) de Bolivia.

"Nosotros entendemos que los cruceños (Santa Cruz) quieren ser autónomos, pero también entendemos que desean que el Movimiento al Socialismo (MAS, partido de gobierno), decida cómo será el proceso'', dijo el vicepresidente Alvaro García Linera en una reunión política el viernes en la noche.

Según cómputos oficiales que ascienden a más del 99% de las mesas electorales escrutadas, el "sí" a las autonomías ganó en cuatro departamentos y perdió en cinco, mientras el partido de gobierno ganó la mayoría de los representantes a la Asamblea Constituyente a la que tocará aprobar o rechazar las autonomías y definir su alcance.

Pero los líderes autonomistas de Santa Cruz en el oriente boliviano alegan que la consulta tuvo un carácter vinculante departamental, es decir que debe aplicarse obligadamente allí donde ganó la opción del "sí''.

La polémica ha suscitado una fuerte tensión esta semana entre el gobierno y las organizaciones cívico-empresariales de Santa

Cruz, la rica y próspera región que lidera las demandas a favor de un gobierno autónomo.

El "sí" ganó en Pando, Beni, Tarija y Santa Cruz. En cambio, el "no'', que abanderó el presidente Evo Morales, triunfó en Cochabamba, Chuquisca y Oruro, y mantiene una mayoría en La Paz y Potosí con más del 73% de los votos.

Durante la campaña, el presidente Morales dijo que las "oligarquías" reivindican la autonomía porque no quieren perder privilegios.

El viernes se pronunció a favor de que ese régimen político llegue a "los pueblos y a los grupos indígenas".

Según proyecciones, el oficialista MAS lograría entre 140 representantes a la Asamblea Constituyente, y con el apoyo de algunos aliados menores podría sumar alrededor de 150 de las 255 bancas.

La principal fuerza opositora Poder Democrático y Social (Podemos) del ex presidente conservador, Jorge Quiroga lograría alrededor de 60 delegados. Pese a superar la mayoría el oficialismo no llegará a los dos tercios, 170, imprescindibles para aprobar la nueva constitución que los constituyentes empezarán a escribir desde el 6 de agosto, lo que obligará a buscar acuerdos.

(AP)