LONDRES (DPA) - El 11 de junio último Rafael Nadal y Roger Federer pelearon por el título de Roland Garros en la arcilla de París, terreno dominado por el español, que ganó el título por segunda vez y siguió engordando su récord de victorias consecutivas sobre la superficie naranja.
Hoy, cuatro semanas después, se repite la historia, pero el césped londinense es el jardín privado de Federer.
Nadal, de 20 años, sigue destrozando barreras y hoy busca vencer de nuevo al número uno del mundo, con el que tiene un saldo favorable de 6-1, incluidas las cuatro finales en las que se enfrentaron este año.
Pese a ser el número dos mundial, la presencia de Nadal en la final de Wimbledon es una sorpresa hasta para él mismo.
Es el "rey de la arcilla", pero en césped era un auténtico novato y en Londres no había pasado de segunda ronda. Pese a todo, se metió en la final, en la que a diferencia de París, no será favorito, porque enfrente estará Federer.
El número uno del mundo ostenta un récord de 47 partidos consecutivos ganados sobre césped.
Federer llega a la final sin haber cedido ni un sólo set, pero el "novato" Nadal no ha cedido su servicio desde la segunda ronda, cuando remontó dos sets abajo ante Robert Kendrik, lo que muestra la evolución de su juego y de su servicio a lo largo del torneo.
El balance de Federer este año es de 55 triunfos y cuatro derrotas, pero todas contra el español, al que el suizo le tiene mucho respeto.
Nadal enfrenta a Federer en un duelo que promete perdurar en el tiempo y llenar páginas de la historia del tenis.