El gobierno anunció ayer que a partir de agosto los turistas que viajen al exterior, ya sea por vía terrestre, fluvial o marítima, pagarán una tasa migratoria tal como lo hacen los que lo hacen por vía aérea.
La tasa será de cinco pesos y "servirá para financiar el mejoramiento técnico y la optimización de los controles migratorios" y quedarán exceptuados los viajeros no turísticos (como camioneros) y los residentes de localidades limítrofes con países fronterizos que en forma habitual cruzan la frontera y que no tienen fines turísticos.
Así lo dispuso el decreto 1025 difundido por el ministerio del Interior.
El nuevo régimen, que comenzará a tener vigencia a partir de agosto luego de las vacaciones de invierno, según se aclaró, establece que los ingresos derivados de la ampliación de la tasa migratoria se destinarán "a modernizar y reforzar tanto el equipamiento como la capacitación del personal" de la Dirección de Migraciones "a fin de mejorar los controles internacionales". (DyN)