Jueves 29 de Junio de 2006 Edicion impresa pag. 11 > Regionales
Otra visión sobre el rol de Inteligencia

BUENOS AIRES (ABA)- En lo que va del juicio político, Gustavo Olivera -uno de los abogados de la familia Carrasco- resultó con su testimonio de ayer ser el mayor defensor de Caro.

La hipótesis que expuso resulta curiosa: hubo inteligencia militar, pero -a diferencia de muchos de los testimonios anteriores- no para ser cubiertos por Caro, sino para obstruir la decisión que tuvo el juez de acusar por el homicidio al subteniente Ignacio Canevaro.

Olivera elogió a Caro por haber atendido cada requerimiento de los padres de Omar así como del perito de parte, Enrique Prueger. "Al Ejército le interesa revocar la condena de homicidio para probar la inoperancia de la justicia civil" espetó Olivera disparando sus dardos contra Balza.

El representante de los padres de Omar acusó a los militares de sembrar pistas falsas, amparando las mentiras de Canevaro sobre cosas que nunca ocurrieron aquel domingo en que castigaron a Carrasco.

"Inteligencia hizo lo que quiso y hasta pusieron un perito", señaló el testigo (por Brailovsky, un médico de la Federal que cuestiona la historia oficial).

También le endilgó al ex fiscal Barba no haber llevado las denuncias a la justicia, y a Inaudi lo calificó de aliado a esa operación militar. "No sé lo que es la historia oficial", respondió a una pregunta de Smuckler.

El punto más flaco de su declaración llegó cuando, ante dos preguntas de Diana Conti (quien remplazó a Federico Storani al final de la audiencia) no supo responder por qué no exigió explicaciones acerca de la internación de Castro; y por qué no cuestionó la injerencia militar en la actuación de Caro.

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