ROCA (AR).- El detenido por el trágico accidente en el que perdieron la vida un hombre y su hijo que se desplazaban en un ciclomotor al ser embestidos por un Fiat Siena en la ruta 22, reconoció ayer ante el juez que había consumido bebidas alcohólicas, pero que no estaba ebrio, como aseguraron los médicos que llegaron al lugar apenas ocurrido el accidente.

La fatal colisión se produjo el sábado pasado a la mañana, a unos mil metros al oeste del acceso a J.J. Gómez y la ruta 22.

En una moto de baja cilindrada circulaban Oscar Amaolo (46 años), que llevaba a su hijo José Luis (13) hasta Roca porque el adolescente iba a viajar junto a la delegación de la categoría Novena de fútbol de Deportivo Roca, en la que jugaba de arquero.

Imprevistamente, un Fiat Siena que viajaba en sentido contrario cruzó de carril, y embistió a la moto en la banquina contraria, provocando la muerte de padre e hijo.

El detenido es Joaquín Juan, quien viajaba junto a tres personas con destino a Neuquén.

Ayer, Juan fue llevado ante el juez Norry a prestar declaración indagatoria. Aseguró que no estaba ebrio, y que el accidente se debió a una maniobra imprevista, según trascendió.

La versión que dio el conductor del Fiat Siena, es que había terminado de sobrepasar a un colectivo, cuando se le cayó un compact disc. Dijo que al intentar agarrarlo, se desvió de su trayectoria impactando con la moto.

Según el acusado, el choque con la ciclomotor se produjo sobre la cinta asfáltica y en el carril contrario de la ruta 22. Sin embargo, los rastros que fueron registrados en el lugar del accidente, señalarían que la moto se desplazaba por la banquina de su sentido de circulación.

Con respecto a la velocidad, aseguró que viajaba a 100 o 110 kilómetros por hora. De todos modos, y por más que sea una velocidad permitida en una ruta, un impacto de frente contra un ciclomotor con dos personas, difícilmente tenga un resultado que no fuera una tragedia.

A cuatro días del accidente, hasta ayer no se habían recibido los resultados del examen de sangre que se están realizando en Cipolletti, para determinar el grado de alcohol en la sangre que

tenía el conductor. Esto permitiría establecer si la maniobra se pudo producir por la falta de reflejos y control del vehículo por la ingesta alcohólica, o si efectivamente estaba en condiciones de conducir con normalidad el auto.

Los médicos determinaron que el conductor del Siena estaba "clínicamente ebrio", ya que le detectaron aliento etílico en los minutos posteriores al accidente.

Sin embargo, el detenido declaró ante el magistrado que no se encontraba alcoholizado y que había tomado alguna bebida pero con moderación. Señaló que junto a sus acompañantes -en el auto viajaban dos parejas- habían estado en el casino de Roca y que cuando se accidentaron regresaban a Neuquén, de donde son oriundos. Tras la indagatoria ante el juez Norry, comenzó a correr el plazo para resolver la situación procesal del acusado.

Por otra parte, el abogado defensor Jorge Crespo, adelantó que hoy presentaría el pedido de excarcelación y se mostró optimista en que su cliente recuperara su libertad.