BRUSELAS-LIEJA (DPA)- Las hermanitas Stacy y Nathalie, desaparecidas hace más de dos semanas en una fiesta cerca Lieja, están muertas.

La policía belga encontró ayer a la mañana los cadáveres de las niñas de siete y diez años en un terraplén de una vía férrea, por lo que se presume que fueron víctimas de un crimen. Sus restos mortales fueron hallados debajo de dos tapas de alcantarillado cerca del lugar donde en la madrugada del 10 de junio fueron vistas por última vez.

Las dos hermanastras, de una familia muy humilde, desaparecieron de madrugada, cuando los padres se encontraban en el bar tomando copas hasta las dos de la mañana. El sospechoso es un amigo de una camarera del bar y durante días estuvo desaparecido. Cuando la televisión mostró imágenes suyas, se presentó ante la policía. Según consideran los investigadores, el detenido es un "psicópata que no puede distinguir entre el bien y el mal".

La sospecha recayó sobre él pues en el pasado ya fue condenado por violación de menores. De probarse su culpa, en Bélgica se reabrirá el debate sobre el cumplimiento íntegro de las condenas para delitos sexuales.

La policía encontró durante su búsqueda a lo largo de una vía férrea primero el cadáver de la niña de siete años y, unas horas más tarde, el de su hermanastra Nathalie.

Los investigadores han informado a los padres y los forenses iniciaron de inmediato la autopsia. El estado de descomposición de ambos cuerpos indica, según la jueza que instruye el caso Pascale Goossens, que las niñas murieron poco después de su desaparición.

El lugar donde fueron encontradas se encuentra a tan sólo unos 200 metros del bar "Aux Armuriers", de donde las niñas desaparecieron. El sospechoso que hace dos semanas se presentó ante la policía se encuentra desde entonces en prisión preventiva.

El detenido, que cuenta con antecedentes penales por delitos sexuales, ha negado cualquier implicación en la desaparición de Stacy y Nathalie. La juez instructora Goossens subrayó que los investigadores no hallaron los cadáveres en base a las declaraciones de testigos o del sospechoso.

El heredero de la corona belga, el príncipe Felipe y su esposa Matilde, se han dirigido a los padres de las pequeñas para transmitirle sus condolencias. En la Plaza Roja de Moscú, el príncipe Felipe dijo que iba a acortar su misión comercial en Rusia debido a los tristes acontecimientos. También los políticos belgas transmitieron sus condolencias.