LA PAZ (AFP) - El gobierno y la oposición en Bolivia libraban una enconada pugna a tres días de las elecciones del domingo en que 3,7 millones de electores, la mayoría desinformados y poco entusiastas, elegirán una Asamblea Constituyente y dirán en un referendo si quieren o no tener autonomías regionales.

Las posiciones se han polarizado entre el gobierno izquierdista y la oposición de derecha en un proceso electoral que servirá como termómetro respecto a la gestión del presidente indígena Evo Morales, quien ha cumplido cinco meses en el poder.

Para el jefe de Estado las elecciones tienen una gran importancia porque se trata de "ganar el poder para el pueblo" en la futura Asamblea , que comenzará a redactar la nueva Constitución de Bolivia

En la otra orilla, el ex presidente Jorge Quiroga, líder del partido Poder Democrático y Social (Podemos), advirtió que el país "no está en subasta" e insistió en su crítica central al gobierno al subrayar que "bajo ningún pretexto vamos a aceptar la intromisión de Cuba y Venezuela", aliados de Morales.

La pugna también se da en torno al pronunciamiento de los bolivianos sobre si están a favor o en contra de las autonomías regionales.

Morales y su partido gobernante, el Movimiento Al Socialismo, llaman abiertamente a los electores a decir 'no'al referendo por considerar que esa es una propuesta que busca dividir al país y que es promovida por la "burguesía" y la "oligarquía" bolivianas, que apuntan a mantener sus privilegios económicos en perjuicio de los pobres.

A contracorriente de esta opinión los defensores de la autonomía, impulsada por Podemos y especialmente por un conglomerado político empresarial de la rica región oriental de Santa Cruz, rechazan de plano la acusación del gobierno y sostienen que la democracia se profundizará con la descentralización y por tanto llaman a votar por el 'sí' a las autonomías.

Los medios de difusión resaltan que los electores se debaten entre la desinformación y el poco entusiasmo, debido a la escasez de propuestas y el predominio de insultos entre los bandos en pugna.