VILLA LA ANGOSTURA (AVLA)- La semana pasada un hombre que trabajaba en áreas rurales de la zona falleció presumiblemente por el virus del hanta. Si bien el hantavirus no constituye una epidemia en la región, el virus todavía está y por el momento la prevención es la única vacuna.

"El hantavirus en la zona es una endemia, o sea, tenés casos esporádicos, pocos, pero continuamente (...)es un virus endémico en muchas parte del país", explicó el jefe del área de Epidemiología del hospital "Dr. O. Arraiz", Samuel García.

En general, explicó el especialista, es raro que se vean casos en invierno, puesto que la población entre otros factores que pueden inducir al contagio no suele estar tan en contacto con la naturaleza. Durante el último verano, se registraron dos casos de hanta en la zona: un hombre de Neuquén que estuvo en Traful y otro en El Huecú.

"El problema es que es una enfermedad que pasa desapercibida porque pasa como una gripe, por suerte la mayoría de los casos se dan en verano y no en invierno", detalla García.

Síntomas y enfermedad

Las transmisión del virus se produce principalmente por la aspiración de aerosoles (aire) contaminados a partir de saliva, orina y materia fecal de roedores portadores del virus y contacto con excremento de roedores infectados.

El viento, barrido de pisos, sacudido de alfombras, escasa ventilación en espacios cerrados, y almacenaje inadecuado de alimentos, son factores favorables para la diseminación y aspiración de las partículas infectantes. Asimismo, en Argentina se comprobó el posible contagio por contacto con personas infectadas del Hanta Andes, aunque es una forma poco común.

Después de la exposición al virus y el depósito del mismo en el pulmón, comienza la infección. El período de incubación es variable y va desde pocos días hasta 42 meses. La primera fase de la enfermedad dura de 3 a 5 días y se caracteriza por fiebre muy alta, síndrome gripal muy fuerte (dolor de cabeza intenso, dolor retrocular, muscular y articular generalizado), astenia y mareos. Pero a diferencia de una gripe común, no hay dolor de garganta ni mucosidad nasal. En tanto, en cuadros menos típicos, puede haber náuseas con o sin vómitos, dolor abdominal y diarrea.

Luego, en una etapa más avanzada de la enfermedad, se produce un edema pulmonar que se traduce en insuficiencia respiratoria; finalmente una falla cardiovascular, shock cardiogénico y la muerte.

Si la enfermedad se detecta de manera tardía, la probabilidad de mortalidad alcanza el 80% y tempranamente, el 30 ó 40%.

Según García, en Argentina hay varios tipos de virus Hanta. En el de la llanura pampeana la sintomatología de la enfermedad presenta hemorragias, mientras que en la zona cordillerana y la Patagonia (virus denominado Hanta Andes) el cuadro inicial se asemeja al de una gripe.

Como no hay vacuna contra el hanta, la prevención es la única herramienta para combatirlo. El primer vector de transmisión es el roedor, conocido en la zona como el "colilargo patagónico".

Se recomienda tener ventilados los galpones o lugares donde se guarden alimentos o madera, usar guantes y ropa de trabajo para tareas en zonas rurales o para cortar leña; combatir la presencia de roedores (con trampas o bien teniendo un gato), limpieza del predio donde está la casa (basura y maleza), no meterse en cabañas cerradas por mucho tiempo sin ventilar previamente, y si se va de camping, elegir zonas soleadas alejadas de arroyos, arbustos y leña.