VIEDMA (AV)- Río Negro estudia con firmeza la firma de un convenio con la Unidad de Trasplantes que funciona en el Policlínico de Neuquén. Este acuerdo que se encuentra en trámite interno, sólo incluirá trasplantes renales y entre otros beneficios evitará el desarraigo de los pacientes y familiares que deben someterse a este tipo de intervenciones quirúrgicas que demandan un prolongado control post-operatorio.

Por razones familiares y los trastornos que implica el traslado y la permanencia en Buenos Aires, por lo menos un caso en Río Negro, desistió del turno para la operación en el Argerich. Distinta será la situación de concretarse el convenio con la unidad en Neuquén no sólo en los costos sino en la necesaria contención de los seres queridos en estos casos.

En total son 33 los rionegrinos que se encuentran en lista de espera para recibir la donación de un órgano. La mayoría de ellos (31) son pacientes que padecen deficiencias renales. En tanto un viedmense espera la donación de un corazón. Todos poseen la totalidad de los estudios necesarios sólo falta que aparezca la anhelada donación.

Según el registro de Salud Pública que no incluye al sector privado, además de los que se encuentran en aquella lista otras 56 personas realizan en estos momentos los estudios pretrasplantes luego de los cuales pasarán a integrar el listado.

De acuerdo a la información del ministerio rionegrino en los últimos seis meses fueron trasplantados cuatro pacientes, tres de ellos recibieron órganos cadavéricos y el restante fue de donante vivo. Casi todos fueron renales.

Con la nueva Ley de donación de órganos vigente desde hace unos meses no se advierte, hasta el momento, un aumento en los trasplantes pero sí se observa un incremento en relación al año pasado.

Durante el 2.005 dos rionegrinos recibieron un corazón, mientras que en lo que va de este año en el Argerich un paciente provincial fue sometido a un trasplante de riñón y un segundo de hígado, según detalló la directora de Auditoría y Prestaciones de Salud, Susana Beliú.

Por su parte, la coordinadora de Derivaciones del ministerio, Silvia Lamacchia, aclaró que la cartera no cuenta con datos de los trasplantes realizados en el sector privado.

En relación a los costos, la médica detalló que el trasplante en sí es el gasto menor pero el resto que implica la internación, la estadía de paciente y acompañante, recuperación, controles posteriores y la medicación permanente es el costo más importante.

"Es algo oneroso, difícil y también es cierto que comparada la lista de espera, los trasplantes realizados son pocos porque no se han conseguido los órganos", sostuvo Lamacchia al explicar que los pacientes que se encuentran en proceso de estudios pretrasplantes serán incorporados a la lista de trasplantes de acuerdo a la gravedad del problema que padecen y en base a ello el orden en ese listado. También aclaró que no todas las personas que, por ejemplo, están bajo diálisis se encuentran en condiciones de recibir un trasplante de riñón. "Tampoco es fácil la compatibilidad porque no todos los familiares directos pueden trasformarse en donantes", añadió.