NEUQUEN (AN).- En la investigación de la muerte de Javier Galar siguen apareciendo testigos que dicen haber visto el momento en que el joven recibía los golpes, de pie y en el piso, que le pudieron causar el traumatismo severo de cráneo que derivó en su fallecimiento. Ayer fue el turno de un muchacho que estaba en un boliche de la diagonal 9 de Julio y que presenció el incidente, y de un patovica que dijo no haber visto nada.

Este testigo se suma a las dos chicas que se presentaron el lunes, y que también presenciaron un tramo de la agresión. Como se informó ayer, le atribuyeron protagonismo a un joven de 17 años cuya situación se investiga por separado, en el fuero de Menores.

"Río Negro" consultó ayer a algunos investigadores sobre los motivos de la aparición de tantos testigos, lo cual contrasta por ejemplo con lo que sucedió en el caso de la desaparición de Sergio Avalos.

El estudiante universitario fue visto por última vez también en un lugar muy concurrido, un boliche de la calle Primeros Pobladores, pero en ese caso a los investigadores les costó muchísimo encontrar testigos y ninguno de los que se presentó aportó algún dato decisivo.

Sin embargo, en el caso Galar se está produciendo el fenómeno de testigos que se ofrecen en forma espontánea a contar lo que vieron.

Al respecto las fuentes indicaron que las dos chicas que se presentaron el lunes fueron convencidas de declarar por el padre de una de ellas. Al parecer el hombre tomó la decisión el viernes pasado, después de asistir a la marcha de silencio que se hizo en el centro de Neuquén para reclamar "basta de violencia" y para pedir que el caso de Javier "sea el último".

Los otros testigos fueron ubicados mediante un trabajo que dispuso la fiscal de Homicidios, Sandra González Taboada: les pidió a los policías que participan de la investigación que concurrieran el viernes y sábado, a la madrugada, a la diagonal 9 de Julio donde ocurrió el hecho para buscar chicos que hayan estado el fin de semana anterior y hayan presenciado la pelea. Así ubicaron a otros dos testigos.

Al mismo tiempo que se toman las declaraciones testimoniales, se comenzó con el trabajo de pericias. Como se anticipó en la edición de ayer, una se hará en el calzado que esa noche llevaban los cuatro detenidos. Una hipótesis es que a Galar (27 años) le patearon la cabeza con un tipo de calzado especial, acolchado, que provocó el efecto "guante de boxeo": causó daños internos en su cráneo pero no dejó heridas visibles.

Otra pericia se hará en la Peugeot Partner en la que se movilizaban los cuatro imputados. Los expertos buscarán elementos de interés para la causa, entre otros, rastros de las patadas que según dicen los detenidos le aplicaron al vehículo dos amigos de Galar.