BRASILIA (AP).- El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva anunció que será candidato a la reelección para un nuevo mandato de cuatro años en los comicios generales del 1 de octubre.

Lula hizo el anuncio durante una convención del Partido de los Trabajadores (PT), realizada en un club deportivo al norte de Brasilia y frente a unos 4.000 delegados, congresistas y militantes de su colectividad.

"Estoy aquí para decirles que he aceptado, una vez más, el llamamiento para continuar la lucha de construcción de un Brasil más justo e independiente, donde cada brasileño pueda comer tres veces al día, pueda tener empleo, educación y salud, y pueda vivir en un país cada vez más moderno y humano'', dijo ante la multitud de simpatizantes que coreaba refranes en favor de su reelección.

Lula subrayó que el llamado venía de sus simpatizantes, pero también del fondo de su "co

razón'' y que "humildemente'' se someterá al juicio del electorado.

El anuncio puso fin a un largo suspenso impuesto por el propio ex líder sindical metalúrgico, quien el 13 de febrero, durante el aniversario número 26 de su partido, dijo que no había que anticipar la campaña porque se daría oportunidades a la oposición de criticarlo.

La maquinaria bien aceitada

Los dirigentes del PT ya tenían la maquinaria electoral en marcha y el presidente del partido, Ricardo Berzoini, llegó a anunciar que Lula estaba listo para la campaña, que había rebajado 14 kilos y que lucía "con varios años menos''. La militancia del PT estaba dispuesta a apoyar al candidato a pesar de la ofensiva opositora para derribar su favoritismo en las encuestas preelectorales. "Lula está haciendo un buen gobierno, con acciones sociales y generación de empleo,'' dijo Maria de Carvalho, de 52 años, y empleada de un programa de asistencia social. Las denuncias de corrupción que arrinconaron a su partido durante gran parte del año pasado no han doblegado el fervor partidario. "No es que no me importe lo que sucedió. Pero sucedió también en gobiernos anteriores. Y fueron sólo algunos del PT, no todos, los comprometidos. Por eso voy a las calles a luchar por el presidente'', dijo De Carvalho.

Las razones que él da

Lula explicó sus propias razones a la multitud: "Vuelvo a ser candidato porque los pobres están menos pobres y podrán continuar mejorando su vida, en caso de que sean mantenidos y profundizados los programas sociales que implantamos. Vuelvo a ser candidato porque conseguimos recuperar una economía que encontramos profundamente frágil. Porque probamos que es posible

garantizar al mismo tiempo estabilidad, crecimiento, y distribución de ingresos".

El salón, donde reinaba un ambiente festivo más propio de los partidos del equipo futbolístico nacional, reflejaba el énfasis que Lula y su comando quieren dar a un eventual nuevo gobierno: Más Brasil y menos PT. Los globos de la decoración eran mayoritariamente de los colores verde, amarillo y azul de la bandera nacional con pocos del rojo brillante del PT.

La consigna electoral

El grito de la campaña que ya está en las calles es: "Lula de novo com a forca do povo'', equivalente a Lula de nuevo con la fuerza del pueblo, con la rima de la frase en portugués.

Al igual que en su victoria del 2002, Lula será acompañado por José Alencar, empresario millonario del ramo textil, de 74 años, como candidato a la reelección vicepresidencial. Lula no tendrá a su lado, al menos de forma visible, a dos piezas claves de su carrera política y su gobierno: José Dirceu y Antonio Palocci, ambos presentes discretamente en el acto de la jornada. Dirceu fue su director de campañas. Palocci fue jefe del programa de gobierno y ambos pasaron a formar parte del gabinete cuando arrancó la administración de Lula, en enero del 2003. Dirceu fue el ministro jefe de gabinete y Palocci el titular de Hacienda.

Ambos renunciaron entre 2005 y 2006 a causa de un alud de denuncias de corrupción. Pero Lula ha parecido inmune a los escándalos que han estremecido a su gobierno y mantiene elevados niveles de popularidad debido principalmente a la estabilidad económica, con baja inflación y aumento del ingreso, así como programas sociales que llegan a millones de brasileños pobres.

Desde fines de 2005, Lula está a la cabeza como favorito de los brasileños y según la más reciente encuesta obtendría el triple de votos de su rival socialdemócrata Geraldo Alckmin.