BUENOS AIRES.- El gobierno argentino endurecería su reclamo ante Gran Bretaña por la soberanía de las Islas Malvinas frente a los nulos avances diplomáticos logrados en los últimos años, se informó ayer.
El diario La Nación publicó que el presidente Néstor Kirchner "está decidido a reformular en forma drástica la política aplicada desde la década de 1990 con Gran Bretaña" por las islas, cuya soberanía reclama desde fines del siglo XIX, cuando fueron tomadas por los británicos.
El peor momento del conflicto fue en 1982, cuando la dictadura argentina intentó infructuosamente recuperarlas por la fuerza, lo que desató una guerra contra Gran Bretaña.
Ambos países reanudaron relaciones diplomáticas en 1990, pero acordaron colocar "bajo un paraguas" la disputa sobre soberanía, que el gobierno de Londres rehusa considerar sin la anuencia de los pobladores de las islas, de origen británico.
El entonces presidente Carlos Menem instauró además una política de "seducción" a los habitantes, reacios a mantener cualquier vínculo con los argentinos.
El presidente Kirchner quiere desmantelar ese modelo, dijo La Nación en base a fuentes diplomáticas y del gobierno.
Un avance en ese sentido lo dio la semana pasada el canciller argentino Jorge Taiana, que ante el Comité de Descolonización de la ONU dijo que "el Reino Unido ha desoído los sucesivos llamamientos de los foros multilaterales, obstaculizando con su negativa la solu
ción de la controversia y el progreso del proceso descolonizador".
Al mismo tiempo, denunció que en 2005 Argentina presentó "quince notas de protesta al Reino Unido" rechazando ilegítimos actos unilaterales en el área disputada, como actividades de prospección sísmica de hidrocarburos y adjudicación de licencias para la exploración y explotación de minerales y la continuada presencia y jerarquización de la base militar británica en la islas.
Kirchner, según el matutino, pretender reinstalar el reclamo en la agenda social "con la premisa de hablar mucho del tema". Por otra parte, la próxima semana se conformará en el Congreso una comisión de notables, compuesta por legisladores y expertos, para reformular la política hacia las islas y "ejercer presión en parlamentos de países cuyos gobiernos tienen posiciones afines y encontradas con Argentina por Malvinas".