NEUQUEN (AN).- "Lo que era una fiesta la convierten en un drama" se lamentaba anoche Horacio Aragón, mientras observaba, con bronca, los destrozos en su local provocados por un grupo de vándalos que aprovechó los festejos por el triunfo de la selección Argentina para saquear y romper locales comerciales en el centro de esta capital.

Horacio es propietario de una céntrica juguetería que, una vez más, fue el blanco elegido de los grupos de jóvenes y adolescentes que tras enfrentarse con efectivos policiales arrasaron con los vidrios de varios negocios, el cine Español, y hasta saquearon tiendas en la calle Sarmiento.

Aragón no cuestionó a la Policía, pero criticó a los funcionarios que la conducen por el operativo de seguridad que montaron.

Los hechos de violencia comenzaron pasadas las 20 cuando grupos de jóvenes y adolescentes se enfrentaron con los efectivos policiales que estaban desplegados por el microcentro. Los enfrentamientos y las corridas se prolongaron por casi dos horas.

Los jóvenes arrojaron piedras sobre la Policía. Hubo efectivos provistos sólo con sus uniformes para custodiar los locales comerciales y apoyados por los grupos especiales del departamento de seguridad metropolitana que se movilizaban en combis.

La Policía dispersó a los adolescentes con ráfagas de gases lacrimógenos y balas de goma. Las corridas se produjeron por la avenida Argentina y las calles adyacentes, lo que provocó un final caótico para los festejos de miles

de neuquinos que se habían congregado en el tradicional monumento al general San Martín.

Hubo detenidos en la calle Buenos Aires. Allí se produjeron forcejeos entre policías y jóvenes que respondieron con piedras. Una mujer policía recibió un botellazo en la cabeza.

Los enfrentamientos dejaron como saldo destrozos en una juguetería, en el cine Español y en un local de telefonía celular ubicados en la avenida Argentina.

Pero las corridas se extendieron por la avenidas Olascoaga y el Parque Central. Los jóvenes arrojaron piedras y pedazos de mampostería contra los policías que custodiaban sin escudos ni cascos los locales emplazados en la calle Sarmiento al 100.

Las piedras rompieron los vidrios de algunos negocios y obligaron a la Policía a retirarse. Fue el momento propicio para que los adolescentes avanzaran sobre una tienda para saquearla. No lograron su objetivo, porque arribaron los grupos especiales y los dispersaron. Pero minutos después saquearon una tienda en Sarmiento al 400.