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Domingo 18 de Junio de 2006
 
Edicion impresa pag. 32 > Sociedad
Una vida turbulenta en el Valle, siempre al límite
Salvado de milagro: Alenci, tras recibir el disparo de Espinel. Al día siguiente, Espinel es hallado muerto. Venganza consumada en medio de una zona liberada.
Salvado de milagro: Alenci, tras recibir el disparo de Espinel. Al día siguiente, Espinel es hallado muerto. Venganza consumada en medio de una zona liberada.
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La cabeza de Antonio Alenci, alias "El Cholo", resistió en forma desigual los dos balazos que recibió en tiempos distantes.

El primero fue calibre 32 largo. Se abrió camino por encima de su sien derecha. Recorrió 12 centímetros rumbo a la nuca serpenteando entre el cuero cabelludo y el hueso craneal. No fue gran cosa en materia de daños.

Hombre de reflejos bien entrenados para negocios turbios, Alenci no pudo sin embargo gambetear ese balazo que en la tórrida madrugada del domingo 15 de febrero de 1971 y bajo la consigna "Te voy a matar, "Cholo", le disparó a corta distancia en un bar de Allen su compinche Santiago Espinel. ¿Motivos? Turbios, por supuesto.

Espinel tiró y huyo. Iniciativa estéril. Esa madrugada otros compinches de "Cholo" coparon el pueblo y lo rastrillaron con sed de venganza. La policía de Allen se recluyó como gato mimoso en su sillón y dejó hacer. Al amanecer, Espinel apareció pálido, frío y quieto en un baldío. Lo sostenía sentado un ángulo formado por dos paredes. Estaba muerto.

El segundo balazo que alojó la cabeza de "Cholo" Alenci llegó años después, el 14 de marzo de 1984. Y fue más contundente que el primero. Le quitó la vida. Calibre de Colt 38 largo. Colt lustroso de tantos años de acompañar a Alenci en la cintura.

- Mi papá siempre andaba armado y con dos o tres acompañantes. No era violento, pero le gustaba que le cumplieran con lo prometido -dice Noemí Alenci, 58 años. Delgada, nerviosa. Hija del primer matrimonio de "Cholo".

El balazo de 38 también insistió en ir por el lado derecho de la cabeza de Alenci. Entró por el parietal. Indómito, buscó su salida por el izquierdo. Lo logró. La humanidad de Alenci se sacudió. Su metro ochenta largo perdió compostura. La muerte le llegó rápido, segura.

"Cholo" Alenci, en ese momento de 48 años para unos, 50 para otros, se había suicidado. Fue en la mañana del miércoles 14 de marzo del `84. Escenario: una de sus chacras preferidas, en Allen. Se mató ante tres testigos que por años buscaron con ahínco el olvido de ese involuntario protagonismo. Todo sucedió en un día en  que, en los términos de Alenci, comenzó de manera clásica: levantarse temprano, pispear el tiempo, mate sentado en un cajón, órdenes y más ordenes a la peonada.

- Mi papá siempre daba órdenes -dice Noemí. Tensa, amable, pasea la mirada por todo lo que la rodea.

- ¿Por qué se mató mi papa?... ¡Deudas, deudas! -acota Noemí.

- ¡Cholo! ¡Cholo! Se mató por una deuda que tenía con el Nación y algún que otro motivo menor. Cholo tenía "colores"... Era hombre de "colores" -responde el penalista que hoy, cargado de tiempos, lideró durante años la aventura de defender al mayor capitalista de juego clandestino que tuvieron Río Negro y Neuquén.

- ¿Qué son "colores" -le pregunta "Río Negro".

- ¡Códigos, mi amigo, códigos! - responde el penalista, que lideró la aventura de defender durante años a Alenci.

Luego, con un dejo de nostalgia, acota:

- ¡Cholito!... ¡Lo quise mucho..! ¡Lo suyo fue sencillo: lo cagó la legalización de la quiniela clandestina! Y no sé... digamos que también fatiga de material... Me acuerdo cuando yo estaba exiliado en en la Universidad de Lovaina, en Bélgica. ¡Los milicos me habían dejado a la miseria! Me tuvieron en Rawson un montón de tiempo. Ahí estaba Heber Tappatá también en cana. Lo recuerdo mucho a él y a Anahí. ¡Peronchos lindos! Si los ve déles saludos! ¿Dónde estábamos? Sí, sí... en Bélgica. Un día, en la universidad, por un pasillo veo avanzar a "Cholo" y Laura Grande... Imponentes los dos. Linda mujer, Laura. ¡Qué abrazo! Me venían a ver. "Cholo" tenía colores. Ya no hay de esos, se lo digo yo que anduve en tantas... ¿Para qué vino usted a verme? ¡Puta, me trae recuerdos, emociones... lo hago responsable de mi infarto!- remata el famoso penalista bahiense que pide reserva de "chapa".

- Mire, yo...

- Esta bien, está bien... Usted quiere saber qué se yo de "Cholo" y Perón en Caracas. ¡Nada! Que estuvieron cerca, sí.... algo me dijo, pero no más. En el mundo de los "colores", el silencio es muy silencio... "Cholo" volvió a

Bahía Blanca del Caribe y creo que de Miami, me parece que en el `60. Acá se reunió con Rubén Pérez, "Tachuela" Pérez. Está viejo hoy "Tachuelita". Enfermo, "Tachuelita"... Junto a Pedro Alaimo, que murió hace poco en Mar del Plata, manejaban en la costa... bueno... juego, en fin, las precisiones corren por su lado. Si está pensando en droga, le erra mi amigo. En esa no. Le dijeron a "Cholo" que en el Alto Valle había que organizar un poquito las cosas... Había ganas de timbear pero, bueno... ¡No había "orga", como decían los chicos de los `70! Y "Cholo" se fue para el Valle... ¡Pero Pablito Verani les podría contar mucho de todo esto!

- Lo hicimos. Dice que no sabe nada -respondemos.

- ¡Pablito..! ¡Que le cuente Pablo cuando armamos la defensa de "Cholo" en el caso Esquivel.

Y "Cholo" Alenci retornó al Valle, al que había llegado por primera vez a fines de los `40. En el retorno ya Alenci vive con Laura Grande. ¡Cómo la quería! "Cholo" vivía pendiente de ella, se derretía... Linda mujer, personalidad fuerte, -recuerda el penalista.

- Nosotros no nos tratábamos con Laura... A ella le gustaba el oro y mi papá siempre le regalaba oro. Mi mamá está delicada de salud y no le va a contar nada- dice Noemí. Y lo dice en términos de: "con mi mamá nada".

Con Laura Grande, "Cholo" tuvo dos hijos: mujer y varón. La primera atiende una chacra que le dejó el padre.

El segundo está en Rincón de Los Sauces. Bajo, muy bajo perfil ambos. Laura Grande murió.

Cuentan que Alicia, la mamá de Noemí, fue una mujer muy linda. Descendía de una familia italiana con largo arraigo en Villa Regina, los Chiachiarini. Vive. Dejó los 80 hace tiempo y está delicada de salud.

Un día de finales de los `40, en Huergo, vio a un joven alto que bajaba del tren con un bolsito y miraba para todos lados.

Era "Cholo".

Y ella se enamoró de ese joven de personalidad segura. Entrador. Buen humor y fantasías varias. Se casaron.

A poco de andar los `50, el padre de Noemí, Sortero Chiachiarini -hombre de buena posición económica- respondió a un deseo de "Cholo": comprarse un hotel en Mendoza.

Y así, "Cholo", Alicia y Noemí partieron para Mendoza. Pasaron tres años y un día que Noemí no puede determinar, la madre armó bolsos. La miró: "Vos y yo nos volvemos a la casa de los abuelos". Volvieron.

"Cholo" se quedó en Mendoza. Nadie puede determinar hasta cuándo.

Pero según Ramón Landajo, a finales del `55, "Cholo" estaba en Caracas.

¿Para matar a Perón?

 
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sus comentarios
18/06/2006, 09:38:16
nos dejo su opinion
roberto garcia
dificil le resultara a Verani separce del pasado reciente en el que fue parte, como asi el legado pólitico que nos deja. gracias.por dejarnos participar.
 
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