CIPOLLETTI (AC).- "Los dichos de estas personas sólo pueden enmarcarse en la constante conducta difamante, injuriosa y calumniosa, que vienen sistemáticamente ejerciendo por los medios periodísticos, sin sustento, y a los que nunca contesté en orden a la imparcialidad y al fiel cumplimiento de las normas legales que como magistrado debí cumplir e hice exigir", dijo el ex juez Guillermo Moyano, respecto de los cuestionamientos realizados por algunos vecinos de Choele Choel.

El magistrado que renunció a su cargo recientemente expresó que "hace hoy a la defensa de mi dignidad, no poder aceptar la continuidad de estas manifestaciones movidas por intereses espurios, propios y ajenos, que exceden la legítima exigencia de justicia".

Habló puntualmente de los casos Acosta y Pinazo. En cuanto al primero, Moyano respondió que "debe dejarse definitivamente aclarado" que la instrucción judicial que realizó cuando estaba al frente del Penal 30 de Choele Choel, "se constituyó en el plexo probatorio sobre el cual con sentencia hoy firme, se resolvió judicialmente la condena del único imputado que por mi gestión fue detenido, en tan sólo 24 horas. Sentencia que no fue recurrida por ninguna de las partes, lo cual evidencia la conformidad del fallo por el Tribunal actuante a ese estado".

"De tal manera, la expresiones de la señora Huinca (madre de Antonio Acosta, asesinado en Lamarque a fines de 2000), quien incluso carece de cualquier legitimidad legal para manifestarse procesalmente, se evidencia como gravemente injuriosas y calumniosas", enfatizó. La mujer había dicho que "en todas las causas en la que ha estado, Moyano hizo desastres" y que "no nos vamos a quedar con los brazos cruzados si no prosperan las causas penales".

En un escrito que envió a este diario, Moyano agregó que "no sé a qué causas penales se refiere la señora Huinca, espera prosperen. En tanto, la única causa penal en trámite que se relaciona al hecho, se sigue contra el magistrado y funcionarios judiciales actuantes en dicha causa, durante el mes de enero de 2002, en ausencia del suscripto, en la que se investiga supuestas irregularidades funcionales en perjuicio de testigos, sobre las que el Ministerio Fiscal interviniente mandó a investigar supuestos delitos. De lo cual el suscripto es absolutamente ajeno".

En relación a los dichos vertidos por Emilcse Pinazo, dijo que en su caso "ocurre lo mismo".

"El dolor de madre que perfectamente entiendo sufre ante la pérdida de su hijo (Juan Pablo), de manera alguna, la habilita para extender su sentimiento de tortura -como expresa- a la labor funcional del suscripto. En el caso, la instrucción judicial llevó el tiempo que la investigación requirió. Y tan exenta de cuestionamiento ha sido, como los que injuriosa y calumniosamente sigue sosteniendo la nombrada, que la sentencia recaída se sustenta expresamente en el plexo probatorio obtenido por el suscripto, confirmado por el Superior Tribunal de Justicia por vía de casación.

"Es evidente entonces", dijo, "que no puede sino advertirse una intencionalidad gravemente perjudicial".