Millones de toneladas de hielo aprisionaban al Endurance en el mar de Wedell. Por momentos, parecía que el bergantín iba a ser comprimido como una nuez. Pero el azote mermó por unos días y los marineros, más relajados, se permitieron una pequeña fiesta a bordo.

Ernest Shackleton, advertido de que faltaba lo peor, contó a sus subordinados la historia de un ratón. El animal vivía a hurtadillas en una taberna, corrido por los gatos. Una madrugada, tentado por un barril de cerveza que filtraba en deliciosas gotas, dejó su guarida y bebió hasta hartarse. Con el alba, comenzó a gritar: "¡Ea... que vengan esos gatos!".

Si el lector conoce la expedición Shackleton de 1915, sabrá que el Endurance terminó quebrado como escarbadiente por la presión del hielo antártico...

Por estos días, empresarios y operadores turísticos viven horas inciertas en San Martín de los Andes. La salida de funcionamiento de dos medios de elevación en Chapelco -sumada a la escasez de nieve-, amenaza a la temporada de esquí.

Las auditorías de medios revelaron que había que reemplazar las mordazas de la silla doble. Pero hablamos de un "dinosaurio", con 31 años de digno servicio.

Ya no hay repuestos en el mercado. Hay que esperar que una empresa austríaca, que discontinuó la producción hace más de una década, vuelva a fabricarlos.

La nueva reglamentación sobre auditorías en centros de esquí fue aprobada por la provincia en octubre de 2005. Las inspecciones se iniciaron a fines de enero y el pedido de las mordazas se hizo a mediados de mayo. ¿Por qué no se comenzó a auscultar los medios en noviembre de 2005? Con la temporada encima, inquietan los efectos sobre la decisión de los turistas a la hora de elegir este destino.

Temerosos de un cerro embotellado, muchos se verán desalentados a venir. Y, si las cosas no se hacen muy bien, los que vengan podrían irse para no volver.

Pliegues políticos y empresarios locales, plantean al gobierno neuquino la lisa y llana rescisión del contrato de concesión con Nieves del Chapelco.

Pero "Nieves" está en retirada, aun cuando sea titular de la concesión. Eidico SA ya decidió ejecutar la anunciada opción de compra, con aporte de otro socio.

En ese contexto, conviene la misma prudencia que Shackleton intentó imponerle a sus marineros. Puede que la desidia de "Nieves" sea causal de rescisión, junto a otros incumplimientos que se le achacan, pero la provincia tiene lo suyo como poder concedente.

Basta decir que aún no se sabe cuál es la mensura del cerro y cuáles son las famosas 50 hectáreas para desarrollos inmobiliarios, que se prometen en el contrato si se cumplen las inversiones exigidas antes de abril de 2007.

Eidico y su nuevo socio quieren quedarse con "Nieves", que es la forma rápida de quedarse con Chapelco. Asumen el riesgo del actual entuerto y afirman que harán las inversiones. ¿Pero qué ocurrirá si la concesión se trunca antes?

El valor de Nieves es la opción de extender la concesión más allá de 2007. Si se cae, perderá 13 millones de dólares de su venta en ciernes. ¿Podría Nieves replicar con un juicio millonario a la provincia por sus propias faltas, justo cuando está por dejar el cerro? ¿Y quién se haría cargo de la temporada?

La rescisión es tentadora, porque pondría a San Martín en la mesa de una nueva licitación, que es lo que merece esta comunidad. Pero en esas condiciones, el riesgo podría ser alto. Convendría meditar cada paso.

No sería bueno terminar como los expedicionarios de Shackleton, andando sobre hielo con lo poco que alcanzaron a salvar del barco.