MIAMI (Télam) - Miami Heat buscará esta noche ante Dallas Mavericks imponer la localía, cuando se enfrenten en el quinto partido de la final de la NBA.

El partido se jugará en el "American Airlines Arena", a las 21 y no será televisado.

Los Heat, después de perder los dos primeros partidos en Dallas, se quedaron con los dos como local. El último por "paliza" (98-74) y buscarán de ser el tercer equipo que remonta un 2-0 adverso, algo que solo consiguieron Boston Celtics, en 1969, y Portland Trail Blazers, en 1977.

La gran actuación del escolta, Dwayne Wade, quien anotó 42 y 36 puntos, en el tercer y cuarto juego, que marcó el desequilibrio de una serie que parecía que se encaminaba para el lado de los Mavericxks, luego de los dos primeros triunfos en su casa.

Miami no sólo ganó porque contó con un Wade insuperable sino que también levantó el rendimiento el pivote Shaquille O'Neal, con 16 puntos y 13 rebotes, en el último partido.

Sin embargo, la clave principal estuvo en la gran defensa, especialmente la ejercida sobre el alemán Dick Nowitzki.

La megaestrella de los Mavericks tuvo una noche para el olvido, ya que apenas acertó 2 de los 14 intentos, con un pobre 32 por ciento de eficacia.

Los Heat, que ganaron 10 y perdieron uno en los play offs de postemporada, van por una victoria para después tratar de llevarse un juego en Dallas y conquistar su primer título.

Dallas, que quedó muy golpeado, irá por la recuperación para ganar y festejar el título en el "Delta Center".

Dallas no podrá contar esta noche ante Miami con Jerry Stackhouse, al ser suspendido un partido por "contacto excesivo e innecesario" con Shaquille O'Neal durante el cuarto juego de la serie.

"El contacto por parte de Stackhouse fue claramente excesivo y merecedor de una suspensión", señaló el vicepresidente de operaciones de la NBA, Stu Jackson.

La falta ocurrió a 6m 29s para el fin del tercer cuarto, cuando un flagrante golpe hizo que el pivote de los Heat saliera despedido y se estrellara con los fotógrafos. No hubo incidentes porque Dwayne Wade calmó los ánimos de O'Neal.