Con una actuación notable en todos los aspectos, el seleccionado argentino de rugby, Los Pumas, venció ayer al de Gales por 45-27 en el estadio de Vélez Sarsfield y cerró la serie ante los británicos con dos victorias.

Ante unos 15.000 espectadores, el equipo de Marcelo Loffreda se mostró compacto como pocas veces.

Su labor en defensa fue, prácticamente, impecable, y, además, en la ocasión tomó más riesgos en ataque y sobresalió en aspectos en los que generalmente falla, como el line o la rapidez para sacar la pelota de los rucks.

Anotó tres tries y, una semana antes de cerrar la primera parte del año ante los All Blacks neocelandeses, redondeó una actuación soberbia en la que se lucieron todos, pero estuvieron un escalón por encima Juan Martín Fernández Lobbe, Gonzalo Tiesi, Mario Ledesma, el eficaz Federico Todeschini y Gonzalo Longo.

Clara resultó la diferencia establecida por el representativo argentino sobre el terreno de juego durante la primera mitad, que se cerró con un exigua diferencia de 10 puntos, considerando lo hecho por uno y otro.

Con más riesgos que en el partido disputado en Puerto Madryn y ejerciendo una importante superioridad con los delanteros, tanto en calidad de pelotas obtenidas desde las posiciones fijas como a la hora de jugar con la ovalada en las manos, Los Pumas fueron mucho más que los Dragones.

Prácticamente, Gales no generó peligro frente al in goal albiceleste. A la visita le costó encontrarse con la pelota. Nunca consiguió superar la presión ejercida por Los Pumas que mataron a sus rugbiers a tackles. Y sin la pelota se les complicó sumar.

Los Pumas, se fueron al descanso con un parcial exiguo: 16-6.

No varió la historia en la parte complementaria. Los Pumas fueron muy superiores y de movida comenzaron a cristalizar esa hegemonía en el marcador. Las constantes inconductas galesas, producto de la impotencia de sus jugadores, derivaron en penales que el Ninja Todeschini se encargó de traducir en puntos.

Un try espectacular de Gonzalo Tiesi le puso la frutilla al postre y, aunque al final los británicos achicaron con dos conquistas, la imagen que dejaron Los Pumas sobre el césped del Amalfitani fue una de las mejores de los últimos años.