BUENOS AIRES, (Télam).- La emblemática agrupación chilena Quilapayún actuará nuevamente en Buenos Aires después de algunos años de ausencia como parte de una gira que además incluirá recitales en Uruguay y Chile, con la intención de demostrar que su canto permanece intacto como hace 40 años cuando inició su carrera artística.

"Seguimos siendo combatientes cívicos en el arte, en el trabajo cotidiano con las realidades sociales que nos tocan vivir, pero sin desconocer una búsqueda artístico-musical de estos tiempos", resumió Rodolfo Parada a Télam, en charla telefónica desde París donde Quilapayún está afincado desde setiembre de 1973.

Nacidos en Chile en 1965, los 'Quila' son uno de los grupos musicales latinoamericanos más influyentes del continente y su trayectoria es mundialmente conocida.

"Sabemos que fuimos reconocidos por ser un símbolo cultural de la lucha democrática contra la dictadura de Pinochet, pero nuestra música traspasó las fronteras y aún hoy con 40 años de andar los escenarios, mantenemos intacta la esperanza de la unión de Latinoamérica", remarcó Parada, director musical del grupo.

Sin embargo, lejos de dejarse aprisionar por este rol, el grupo ha conciliado su fidelidad a este compromiso con un exigente trabajo artístico, en permanente movimiento entre identidad y diversidad, tradición e innovación.

"Hemos querido preservar así, con creatividad, el nombre y el contenido de un proyecto que tanto ha significado para el público, pero no nos hemos quedado en el tiempo y hoy nuestro sonido es actual", afirmó el músico.

La nueva gira, comenzará el 4 de julio en el teatro Solís de Montevideo, para trasladarse el 10 al teatro Opera de Buenos Aires y culminar en Chile, a partir del 13, con conciertos en las ciudades de Santiago, Viña del Mar, Temuco y Concepción. "El recital de Santiago será muy especial, sin desmerecer a los demás, porque además de reencontrarnos con nuestra gente, también servirá para volver a vincularnos con las formaciones de Illapu e Inti Illimani", adelantó. El repertorio que Quilapayún interpretará en esos conciertos estará conformado por algunas canciones del repertorio clásico del grupo como: "La muralla", "Qué dirá el Santo Padre", "Plegaria a un labrador", "Soy del pueblo" y "Manuel Ascencio Padilla", entre otras.

El cancionero sumará, también, temas extraídos de los tres últimos discos del grupo: "Latitudes" (1993) "Horizonte" (1999) y "A Palau" (2003) y otras nuevas de un próximo CD a editarse hacia fines del presente año. Junto a Rodolfo Parada en la dirección musical juntamente con Patricio Wang, el grupo lo conforman Patricio Castillo, Alvaro Pinto, Mario Contreras, Sergio Arriagada, Chañaral Ortega (todos vocalistas y multiinstrumentistas) y Huberto Colau (baterista), como músico invitado.

-¿Cómo han vivido el exilio en todos estos años?

-Son muchos años de estar lejos de nuestra tierra, pero yo no lo llamo exilio. Luego de la muerte de Salvador Allende en manos del dictador Pinochet, por nuestro bien y el de nuestras familias decidimos viajar a Francia, que nos recibió con los brazos abiertos como a tantos hermanos americanos.

-¿De dónde surge el concepto de la música de Quilapayún?

-Sin dudas que desde el movimiento de solidaridad y adhesión a la izquierda latinoamericana que arranca en los '70 y llega hasta estos tiempos, en la línea de los grandes como Atahualpa Yupanqui, Carlos Puebla, Violeta Parra y Víctor Jara, por citar algunos.

-A propósito, ¿qué significa Víctor Jara para ustedes?

-Permanece presente en nuestro repertorio, como una plegaria, como un sentimiento y quedó demostrado que a pesar de su brutal muerte, el mensaje de su obra sigue vigente y vivo en la memoria colectiva de la gente.

-¿Cómo ve a los actuales gobiernos democráticos Latinoamericanos?

-Pienso que es un momento histórico importante, pero apuesto a tener la madurez suficiente para revalorizar la democracia representativa. Hemos vivido un pasado negro y represivo, lleno de torturas y exilios, por eso es que al hoy lo tomo como una reconquista de los pueblos con alianzas apuntadas a continuar las luchas contra el imperialismo del norte.