Número de Visitas Agréguenos a Favoritos 
TITULOS SECCIONES SUPLEMENTOS OPINION CLASIFICADOS SERVICIOS NUESTRO DIARIO PRODUCTOS
 
Domingo 18 de Junio de 2006
 
Edicion impresa pag. 45 > Cultura y Espectaculos
Humo, silencios y preguntas

El humo de algún asado, el silencio, la mirada profunda, el abrazo, los buenos deseos, las preguntas, muchas ausencias y cuántas cosas más estarán presentes en este día del padre. En un país muy afecto a celebrar los "días de", la madre, el padre y alguno que otro más forman parte de las tradiciones instaladas.

Algunos por costumbre, otros porque lo festejaban los abuelos, otros por afectos profundos, lo cierto es que estos días son los ineludibles en el calendario para que los climas en cada casa sean diferentes. Todos los reconocimientos llegan en un sólo día.

Y claro, admitamos que en muchos o en la mayoría de los casos, los padres están en segundo escalón en materia de festejos. Las madres se llevan por muchas razones el reconocimiento mayor. Sin embargo, el padre silencioso y cargado de angustias, el de los éxitos y el de los fracasos, tienen su rol ante los hijos que pocas veces se reconoce en su real dimensión, aunque con el tiempo sus acciones adquieran relevancia. Generalmente cuanto ya no está, vuelven a primer plano algunas enseñanzas.

Y pensaba al escribir esta columna que había un tema que alguna vez había escuchado, que en cierto modo podría ser el homenaje ideal para los padres, un tema que pudiera resumir todo lo que quería escribir.

Y lo encontré, no es ni tango ni folclore, más bien diría que su género es universal. El tema es de Ignacio Copani, y tiene tanta realidad que bien podría ser la historia de cualquiera de nosotros. Es tal vez una de las letras más lindas, digna de ser reproducida como el homenaje al padre que está, que desafiamos, que enseña, que trabaja, que nos conmueve y que se nota por presencia o por ausencia, de esas ausencias que los hombres no saben resolver.

El tema se llama "Padre" y dice: "A los cinco años, lo puedo jurar, yo lo vi volando como Superman, reventando malos, espantando espantos de mis pesadillas con su Luisa igualita a mi mamá.

"A los trece años le empecé a fallar, en el medio campo no podía jugar y este secundario es cosa seria, mil materias tengo que tragar, me dijo: es necesario, mi papá.

"Para no ser un hábil ignorante como fui siempre por ser hijo de inmigrante, acá te dejo mi sudor, que sea savia y un motor para llevarte donde papá nunca llegó.

"A los veinte años me vieron gritar: este viejo extraño qué me va a enseñar y este laberinto de los veinticinco solo lo puedo cruzar de un brinco sin ayuda de papá.

"Y ahora que han pasado varios años más, más de treinta años debo confesar y confieso que he tardado tantos años, tanto para averiguar que la razón estaba aquí nomás.

"Yo quiero ser la centésima parte, sólo un pedazo de lo que ha sido mi padre, quiero subir a su ilusión y desde ahí pedir perdón y no pedirle nada más si lo demás ya me lo dio.

"Yo quiero ver al nieto de mi padre sabiendo más de lo que yo puedo enseñarle, acá le dejo esta canción mitad de paz, mitad de horror y que la cante donde papá nunca llegó.

Feliz día.

 
haga su comentario otros comentarios
 
 
sus comentarios
 
BUSCADOR
Google
Web Río Negro
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
Todos los derechos reservados Copyright 2006