Los dueños de estaciones de servicios nucleados en la Confederación de Empresarios de Combustible de la República Argentina (CECHA) consignaron ayer que continuarán con negociaciones con el gobierno para salvar su problemas de rentabilidad. Desde la entidad, no se descarta que a futuro se decida un cese en las ventas producto del faltante de gasoil que presenta el mercado en diversas zonas del país.

Según indicó Faruk Jalaf, integrante de CECHA y titular de la Cámara de Estaciones de Servicios y Afines del Noreste argentino, la posibilidad de abastecerse

por vía de la estatal ENARSA resulta "un paliativo para cubrir el déficit en la provisión de gasoil". "Sin embargo -dijo Jalaf- el problema mayor es la rentabilidad escasa que obtiene la estación de servicios: ya que esta se licuó en los últimos tres años por incremento en los costos operativos, la compra de insumos importados y ajustes salariales".

El empresario señaló que "quedó abierto un canal de diálogo con el Poder Ejecutivo Nacional y esto llevó a CECHA a optar por postergar la toma de cualquier medida de fuerza: el objetivo será conseguir la recomposición de ingresos del sector". Es por ello que los máximos CECHA prevén seguir adelante con las gestiones que venían manteniendo con funcionarios de la Secretaría de Energía.

Otra de las cuestiones que también preocupa a los dueños de estaciones de servicios tiene que ver con el reclamo gremial de un 30 por ciento de ajuste para los salarios del personal encargado de expender el combustible.

Las estaciones de servicios asociadas a CECHA ya adoptaron, la pasada semana, una medida de fuerza que cesó la venta de combustible por el término de tres horas: una iniciativa que podría reiterarse pero extendiendo este plazo a seis horas.

Las quejas del sector no sólo tiene que ver con la falta de rentabilidad y los reclamos salariales, ya que también admiten verse afectados por los faltantes que presenta el suministro de gasoil en muchas localidades argentinas. Por ello, y atento a la posibilidad de recurrir a ENARSA, los empresarios califican de "engorroso" el procedimiento administrativo propuesto desde el ámbito oficial, y al mismo tiempo admitieron no tener en claro cuánto demorará en llegar el combustible que demandan habitualmente las estaciones.