El kirchnerismo y el radicalismo llegaron ayer a un acuerdo en el Senado para reglamentar los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU).
Según explicó el jefe del bloque oficialista, Miguel Angel Pichetto, esta norma sería tratada en el recinto el 28 de junio.
El proyecto que se pondrá a consideración fue elaborado por la presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Cristina Fernández de Kirchner, y determina que los DNU firmados por el Presidente de la Nación deben ser ratificados por el Congreso. Sin embargo, el dictamen propuesto por la primera dama y aceptado en Asuntos Constitucionales contiene un aspecto sumamente controvertido: no le pone plazo al Congreso para que se expida, con lo cual los DNU podrán estar vigentes de hecho mientas los legisladores no se pronuncien.
De este modo, según la interpretación de algunos legisladores y asesores la situación no cambiará sustancialmente respecto del estado actual, cuando los DNU no cuentan con un mecanismo formal de aprobación par
lamentaria.
La intención de todas esas iniciativas era reglamentar el instituto del DNU y poner en funcionamiento la comisión bicameral prevista en la Constitución para analizar los decretos.
Los legisladores repartieron sus posturas en dos visiones sobre el tema más controvertido que era qué pasaba si el Congreso no ratificaba ni rechazaba un DNU. Un grupo de legisladores, encabezados por Pichetto, postuló que el silencio del Congreso debía interpretarse como una aprobación del decreto, lo que en la jerga legislativa se conoce como "sanción ficta". Otro grupo, con el jefe del bloque radical, Ernesto Sanz al frente, planteó que el silencio del Congreso debía ser considerado como un rechazo, lo que abona la doctrina de la necesidad de una "sanción expresa".
Ayer, la primera dama sorprendió porque modificó su posición original y promovió una postura intermedia: el silencio del Congreso no representa ni aceptación ni rechazo. De este modo, los decretos seguirán vigentes hasta que el Congreso emita su posición, lo cual podría producirse muchos años más tarde o nunca, con la consecuente incertidumbre jurídica. (DyN)