El presidente Néstor Kirchner diferenció ayer a la empresa automotriz Peugeot-Citroën, a la que reivindicó por su inversión en la Argentina, del grupo Suez, al que el Estado le rescindió el contrato por el servicio de aguas.
"No todo es igual, Peugeot es un ejemplo, no hay que hacer tierra rasa cuando una empresa de un país no funciona no debemos involucrar al resto", sostuvo Kirchner en tácita referencia al Grupo Suez, que al igual que la automotriz es de origen francés.
Durante el lanzamiento de un nuevo modelo 307 sedán de Peugeot en la planta de la localidad bonaerense de Villa Bosch, el jefe del Estado destacó que la automotriz es "una empresa seria" y felicitó a sus autoridades por la inversión y producción que desarrolla en el país.
Los elogios y la comparación fueron recibidos por el titular de Peugeot-Citroën, Jean Martin Folz, y del titular de la filial argentina, Luis Ureta Sáenz Peña, y el embajador de Francia en Buenos Aires, Francis Lott.
Justamente el diplomático había producido un sacudón en las relaciones entre ambos países, cuando cuestionó al gobierno de tener una "actitud populista y sesentayochista" en medio de la salida de Suez de Aguas Argentinas, al que la administración Kirchner terminó rescindiéndole el contrato.
Por otra parte, el mandatario exhortó a las empresas constructoras de automóviles a utilizar el mayor porcentaje posible de autopartes de origen nacional en la fabricación de los vehículos. "Nosotros soñamos que entre el 60 y 70 por ciento de las autopartes argentinas sean utilizadas en los automóviles de producción nacional", afirmó Kirchner. El Presidente también aseguró que el gobierno seguirá trabajando en pos de un "buen superávit fiscal primario con racionalidad" al tiempo que reivindicó la inversión pública. (DyN)