ROCA (AR).- En los talleres de la empresa 18 de Mayo están acostumbrados a cambiar entre 8 y 10 vidrios cada semana, producto del vandalismo que sufren sus colectivos y empleados en los barrios de Roca. Sin embargo, durante la noche del lunes un micro padeció una agresión más grave, a partir de un balazo que le dispararon mientras transitaba por las 250 Viviendas.

Según confirmaron desde la firma a cargo del servicio de transporte urbano, en el interior de la unidad viajaban varios pasajeros, que afortunadamente no estaban cerca de la ventanilla por la que ingresó el proyectil.

La magnitud del ataque fue comprobada ayer en los talleres de la empresa, porque el chofer pensó en principio que se había tratado de otro de los habituales piedrazos que destrozan los vidrios.

Una inspección previa a la exposición policial modificó la versión del conductor. "Una piedra no rompe el vidrio laminado dejando un agujero circular y tampoco llega hasta la ventanilla de enfrente", concluyó Hugo Patiño, quien se desempeña en el área de reparaciones de 18 de Mayo.

El ataque al colectivo se produjo a las 20:40 del lunes en Panamá y Epifanio, a una cuadra de la comisaría 31.

El micro entraba a las 250 Viviendas, con destino final en las 160 y 200 Viviendas, desde donde regresa hacia el centro roquense.

"El chofer sintió un impacto y pensó que era un piedrazo más. Pero hoy, cuando vimos el agujero nos dimos cuenta que había una rotura en el vidrio de enfrente, pero de adentro hacia afuera. Esa ventana quedó marcada y ahí entendimos que seguramente fue un disparo", continuó Patiño.

La certeza absoluta de una agresión con arma de fuego no pudieron obtenerla por que si había un plomo seguramente desapareció cuando el piso de la unidad fue barrido el mismo lunes por la noche y ayer por la mañana.

Por otra parte, se supo que el chofer no vio a nadie sospechoso alrededor y no detuvo su marcha porque pensó en un piedrazo, que además no provocó lesiones a ningún ocupante del rodado.