SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Durante el debate de la causa por el homicidio de Fabio Rojas, ocurrido hace casi 13 años, sólo quedó en claro que las pruebas no apuntaban tanto al imputado, Luis Alberto Vera, como a su hermano, Jorge René Vera, quien fue liberado por falta de mérito pocos días después del fatal incidente, aunque nunca lo sobreseyeron.

El imputado prefirió no declarar en la primera jornada del debate, y los testigos que lo hicieron sembraron más dudas que certezas sobre la confusión de datos y circunstancias que ya caracterizaban a la causa.

El hecho que investiga la Cámara Primera del Crimen, con el juez Miguel Angel Lara subrogando a Alejandro Ramos Mejía, se produjo en el barrio 34 Hectáreas el 21 de noviembre de 1993, entre las 18.30 y las 20, en el interior de la vivienda de Juan Nostrosa, quien declaró como testigo durante la instrucción y ayer en el debate.

Al imputado lo acusaron de haberle disparado en la cabeza a Fabio Rojas, de 21 años, con un revólver calibre 22 que más tarde fue secuestrado por la policía en la vivienda de su hermano, Jorge René. Rojas murió en el hospital 3 días después sin haber recuperado el conocimiento.

En sede policial, Nostrosa declaró que Luis Alberto y Jorge René habían llegado a su casa a caballo, y sin identificar al homicida expuso que le habían disparado a Rojas sin bajarse de los equinos. Ante el juez de instrucción modificó esa declaración, y relató con lujo de detalles cómo habían acontecido los hechos, señalando la ubicación de cada uno de los asistentes, e incluso que antes de efectuar el disparo Luis Alberto Vera había gatillado en falso.

Ayer brindo una nueva versión, fundada de manera especial en el tiempo transcurrido, pero diametralmente opuesta a las dos anteriores. Fueron vanos los esfuerzos de los jueces y el fiscal para que reconsiderara su posición, pero Nostrosa insistió en que no había visto quién le había disparado a Rojas, porque justo en ese momento había salido para ir al baño.

Después declaró David Fernández, quien esa tarde vio a Fabio Rojas empuñando un cuchillo y a Jorge Rene Vera un revólver, pero en medio de una borrachera que por lo confuso de su relato parecía durarle.

El desorden generalizado de la investigación y la necesidad de ubicar a otros testigos en principio motivaron la suspensión del debate, y más tarde el Tribunal dispuso que la causa fuera devuelta al juez de instrucción.