WASHINGTON (DPA) - El influyente asesor presidencial estadounidense y estratega partidario Karl Rove no será acusado en el escándalo por la revelación de la identidad de una agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

La decisión del fiscal especial Patrick Fitzgerald fue dada a conocer ayer en Washington por el abogado de Rove, Robert Luskin. Previamente, Rove debió declarar cinco veces ante un jurado.

La noticia de que no se levantará acusación contra el asesor de 55 años le quita un gran peso de encima al presidente estadounidense George W. Bush, en vista de las elecciones parlamentarias de noviembre.

Rove es considerado entre los hombres de mayor confianza de Bush, así como uno de los más exitosos estrategas del Partido Republicano, e incluso uno de los asesores presidenciales más poderosos en la historia de Estados Unidos.

El escándalo de la CIA gira en torno a la filtración de la identidad de una agente de la CIA, cuyo esposo había criticado duramente al gobierno de Bush.

El fiscal especial Fitzgerald intenta descubrir quién dio a conocer el nombre de Valerie Plame y lo filtró a los periodistas.

La revelación de identidad de agentes es prohibida por la ley. De esta manera, se vio destruida la carrera de Plame, quien entretanto ya abandonó la CIA.

Su marido, Joseph Wilson, cree que se trató de un acto de venganza de la Casa Blanca, como parte de una tendencia del entorno de Bush de castigar a todo el que cuestione las razones usadas para invadir Irak.

Hasta el momento únicamente ha sido acusado por el affaire Lewis Libby, el ex jefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney.