Viernes 09 de Junio de 2006 Edicion impresa pag. 76 > Sociedad
Cancún no les teme a las tempestades
A pesar de los huracanes, continúa creciendo y apostando al turismo.

CANCUN, México (AFP) - Nada parece capaz de detener el desarrollo turístico de Cancún, ni siquiera el temor a los huracanes que, al igual que el año pasado, podrían arrasar las costas del estado de Quintana Roo, en la península de Yucatán, este de México. Para la temporada 2006, las autoridades mexicanas pronostican 17 huracanes, de los cuales cuatro o cinco serían de gran magnitud. Pero seis meses después del pasaje de Wilma, que con categoría 4 en la escala Saffir-Simpson (de 5) azotó las costas del Caribe mexicano por 72 horas, se acaba de inaugurar el primero de los grandes proyectos turísticos previstos en Quintana Roo. El proyecto, con una inversión total de 3.000 millones de dólares, está ubicado seis kilómetros al norte de Cancún, frente a Isla Mujeres.

Hace unos días se abrieron nueve de los 18 hoyos de dos campos de golf de "Playa Mujeres" diseñados por el campeón australiano Greg Norman.

En 376 hectáreas, entre manglares y playas vírgenes, se construirán de cuatro a cinco hoteles de gran lujo, unas 1.000 villas y un puerto deportivo para 180 barcos.

"Quintana Roo seguirá estando a la vanguardia del desarrollo turístico que nada detendrá", comentó el gobernador de ese estado, Félix González Canto, luego de lanzar un 'drive' inaugural en la flamante cancha de golf en presencia del campeón australiano.

Cancún, conocido como un paraíso para los jóvenes estadounidenses ansiosos de beber y festejar, ahora apunta a una clientela de lujo. "Vamos a elevar el nivel del turismo. Un turista en Cancún gasta en promedio 315 dólares diarios. Aquí gastará unos 2.300 dólares por día", explica Fernando Shutte, director general del complejo. Tan sólo el metro cuadrado costará 250 dólares.

En la Riviera Maya, al sur de Cancún, se prevé además la construcción de otros tres campos de golf. Cancún aún no se recuperó por completo del pasaje de Wilma. Cerca de la cuarta parte de los hoteles permanecen cerrados, la mayoría en reconstrucción, y montones de escombros recuerdan la destrucción causada por el huracán. Sin embargo, el dragado de 2,7 millones de metros cúbicos de arena permitió recobrar 11,6 kilómetros de playa.

Entre los operadores turísticos persiste un enorme temor de que se presente un nuevo huracán de la magnitud de Wilma, que dejó pérdidas de 15 millones de dólares diarios en la pasada temporada de invierno. Una de las preocupaciones principales es que las aseguradoras, que han pagado millonarias sumas, se muestran reacias a volver a extender una póliza.

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